El doctor cubano Manuel Guerra conocido opositor al régimen salió de Cuba en otro caso más de exilio forzado.
Guerra explicó en redes sociales que tomó la decisión tras las continuas amenazas de cárcel y la sugerencia de la seguridad del Estado de abandonar la isla o enfrentar la prisión.
“Decidí hacer este post pues desde hace algunos días he estado recibiendo mensajes, la gran mayoría de aliento y apoyo, sin embargo, otros distan demasiado de los primeros”, comenzó explicando el joven que enseguida dio la razones de su publicación.
“En estos momentos no me encuentro en mi Patria, con dolor en mis entrañas tuve que partir y separarme de la madre que me dio a luz y amo con todas mis fuerzas”, dijo.
El médico cubano explicó que tras el acoso de las autoridades en Holguín y las súplicas de su madre optó por marcharse, atendiendo a que pesa sobre él un proceso judicial a las claras político.
El joven contó que en octubre del pasado año fue detenido mientras se dirigía con su esposa en la motorina a su centro de trabajo, en el municipio Calixto García de la provincia holguinera.
En ese viaje cotidiano, el mismo que hacía todos los días para ir al trabajo un oficial lo detuvo y los acusó del delito de propagación de epidemias. Al final terminó detenido, esposado y trasladado al departamento de instrucción penal acusado por el delito de desacato.
“No sin antes recibir amenazas del tipo: tengo unas ganas de arrancarte los dientes de un piñazo por contrarrevolucionario”, detalló el cubano.
Al salir de l detención quedó con una medida cautelar que le obligaba a firmar un documento todos los lunes en la PNR hasta el día del juicio. A días de ese suceso, Manuel Guerra fue despedido de su trabajo.
“…el jefe de salud municipal y para nada ético, Dr. Jeovanis Castellanos, por enésima vez me plantea la idea de abandonar el país, la cual negué rotundamente, trayendo consigo que fuese separado del hospital donde llevaba casi tres años trabajando con excelentes resultados laborales”, señaló.
Guerra expuso que siguió siendo acosado por las autoridades.
“Uno de esos lunes en los que tenía que ir a plasmar mi rúbrica en la estación tercera de la PNR, me esperaban algunos oficiales de alto rango en la provincia, de nuevo me hacen valorar la idea de abandonar el país, pero ya esta vez había una cárcel de por medio, un futuro tronchado, una impotencia desmesurada que me cegaba y porque no decirlo, un temor enorme que quebraba mi alma, no tanto de pasar un año en prisión sino de que no sirviera de nada”, reveló.
Tras eso y las súplicas constantes de su madre, el joven se decidió al exilio, algo que la seguridad del Estado no impidió a pesar de que tenía acusaciones de desacato y estaba a la espera de juicio.
El joven no dio detalles pero señaló que aun no ha llegado a su destino: “En Cuba ya era libre de mente, hoy, que aún sin llegar a mi destino ya me siento libre en cuerpo y alma, no logro dejar de pensar en el porvenir de mi nación, en el mañana de mis hermanos”, escribió en Facebook.
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