En un sorprendente giro, tres personas, incluido un agente de la Policía Nacional, han sido detenidas en relación con el asesinato del pediatra cubano Rafael Piorno en Aguadulce, Almería, España. El cadáver del doctor, de 76 años, fue hallado el pasado 25 de agosto en su domicilio, presentando múltiples heridas de arma blanca y signos evidentes de violencia.
La Guardia Civil llevó a cabo las detenciones el 17 de septiembre en distintas localidades de España: León, Almería y Roquetas de Mar, como parte de la Operación "Alhabana". La investigación reveló que dos de los sospechosos tenían vínculos cercanos con la víctima, lo que facilitó el acceso a su hogar y permitió planear el crimen con premeditación.
El caso comenzó cuando el cuerpo de Piorno fue descubierto tras una llamada al servicio de emergencias 112, realizada por un vecino que notó sangre en la entrada de la vivienda. La Policía Local de Roquetas de Mar fue la primera en llegar a la escena y descubrió el macabro escenario: el cuerpo del médico estaba en un charco de sangre, con las manos atadas a la espalda.
Tras la intervención inicial, la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil asumió el control de la investigación. Los investigadores analizaron minuciosamente el lugar del crimen, realizando pruebas forenses que fueron clave para identificar a los implicados.
Uno de los detenidos, conocido de la víctima, aprovechó su relación para ganar la confianza del doctor antes de orquestar el asesinato. Otro de los arrestados se trasladó desde León específicamente para participar en el crimen, lo que indica la planificación meticulosa detrás del suceso.
Las autoridades también realizaron registros en varias propiedades vinculadas a los sospechosos, lo que permitió encontrar pruebas relacionadas con el asesinato. Aunque las detenciones aclaran en gran medida el caso, la investigación sigue abierta para determinar con precisión el rol de cada uno de los implicados.
El Juzgado de Instrucción de Roquetas de Mar ha dictaminado el ingreso en prisión preventiva para dos de los detenidos, mientras que el tercero permanece bajo investigación. Las autoridades continúan revisando las pruebas y las declaraciones de los implicados para cerrar el caso.
El brutal asesinato del doctor Rafael Piorno ha conmocionado a la comunidad de Aguadulce, donde era ampliamente respetado tanto por su trabajo en la sanidad pública como en su consulta privada. Llegado a Almería hace varias décadas, Piorno dejó una profunda huella en sus pacientes, y su trágico final ha dejado una marca imborrable en quienes lo conocieron.
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