El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba acusó el martes al gobierno de Trump de inspirar al pistolero que atacó la Embajada de Cuba en Washington el mes pasado.
El ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, también criticó a los funcionarios de Trump por guardar silencio sobre el ataque del 30 de abril, que calificó como una señal de "complicidad" del gobierno de Estados Unidos.
La Embajada de los Estados Unidos en La Habana dijo en un comunicado que los funcionarios de los Estados Unidos están dedicados a proteger las embajadas, y describió el proceso legal de los Estados Unidos como "transparente, con jurisprudencia estricta y mucha información sobre casos disponibles al público".
Un hombre armado identificado como Alexander Alazo Baro, un inmigrante cubano de 42 años de edad a los Estados Unidos, disparó 32 disparos contra la embajada el 30 de abril. Fue acusado de un ataque violento contra un funcionario o local extranjero, dañando deliberadamente la propiedad de un extranjero. cargos gubernamentales y de armas de fuego.
El ataque dañó la fachada del edificio y al menos una estatua en los terrenos de la embajada. El martes, Rodríguez reprodujo imágenes de la cámara de seguridad de la embajada del incidente, mostrando a Baro ondeando una bandera estadounidense fuera de la cerca del complejo y luego disparando al edificio con un rifle AK-47.
Las imágenes también mostraron el momento en que llegó la policía y arrastró a Baro al suelo.
Alazo dijo a los investigadores que había sido tratado en un hospital psiquiátrico y que su esposa, una enfermera, le había dicho que buscara tratamiento cuando escuchaba voces en su cabeza. Le recetaron medicamentos en marzo después de una visita a un centro psiquiátrico, pero no había "cumplido por completo con su medicamento", dijeron los documentos judiciales.
Cuba denunció el ataque como un asalto "terrorista" y acusó al Secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, de alentar la violencia contra Cuba con una retórica hostil hacia el gobierno cubano.