El presidente Joe Biden ha anunciado que abandonará la carrera presidencial de 2024, una maniobra impactante y sin precedentes en la política estadounidense moderna. Esta decisión abre la contienda presidencial a menos de cuatro meses de las elecciones, planteando enormes preguntas y desafíos para el Partido Demócrata, que ahora debe apresurarse para armar un nuevo equipo presidencial.
El próximo candidato demócrata deberá enfrentarse a Donald Trump y al senador JD Vance, ganarse el apoyo de donantes, delegados y otros aliados leales al actual presidente, y convencer a los votantes de su valía para el puesto más alto de la nación.
En las últimas semanas, un número creciente de altos demócratas ha dejado claro que prefieren esta tarea desalentadora a mantener a Biden como su candidato. El presidente, de 81 años, comenzó a perder el apoyo de su propio partido tras su desastrosa actuación en el debate contra Trump a finales de junio.
Aunque solo tiene tres años más que Trump, Biden se veía y sonaba significativamente peor en el escenario del debate. Mostró una postura rígida y una mirada a veces vacía, y con frecuencia dio respuestas rasposas, poco claras e ineficaces. En contraste, Trump se veía y sonaba igual que en años recientes.
El debate desencadenó instantáneamente una crisis entre los demócratas. Incluso antes de que terminara, los operativos del partido ya dudaban de la capacidad de Biden para hacer campaña eficazmente contra Trump. Donantes y simpatizantes demócratas de alto perfil instaron abiertamente a Biden a retirarse, algunos prometiendo retener contribuciones de campaña mientras tanto.
Días después del debate, el representante Lloyd Doggett de Texas se convirtió en el primer demócrata en el Congreso en pedir que Biden se retirara de la carrera. Casi 20 más pronto le siguieron, incluyendo al senador Peter Welch de Vermont y al representante Adam Schiff de California.
Biden y sus asesores pasaron semanas tratando de detener la hemorragia de apoyo. En su primera entrevista post-debate, Biden dijo estar convencido de que es la mejor persona para enfrentarse a Trump, añadiendo que solo sería persuadido a retirarse “si el Señor Todopoderoso viene y me lo dice”.
Pero a medida que su postura resuelta no logró calmar la inquietud en su partido, Biden sugirió que podría reconsiderar su decisión de quedarse en la carrera. En una entrevista en BET que se transmitió durante la Convención Nacional Republicana, Biden dijo que podría reconsiderar su decisión "si surgiera alguna condición médica".
El mismo día que se emitió esa entrevista, Biden dio positivo por Covid-19. Canceló una aparición programada en Las Vegas y regresó a su casa en Delaware.
Biden ya es la persona de mayor edad en servir en la Casa Blanca, y habría tenido 86 años al final de un segundo mandato. Ya durante su campaña de 2020, enfrentó preguntas sobre su capacidad física y mental, preocupaciones que crecieron en el ciclo de 2024, aunque fueron agresivamente refutadas por su campaña y asesores de la Casa Blanca.
Esta retirada representa un cambio sísmico en la política estadounidense, y el Partido Demócrata ahora enfrenta el desafío monumental de presentar un candidato que pueda unificar al partido y enfrentar a Trump en noviembre.
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