Los intensos incendios forestales siguen arrasando el sur de California, provocando muertes, evacuaciones masivas y daños materiales considerables, especialmente en la ciudad costera de Malibú, cuyas mansiones han sido devoradas por el fuego. Uno de los incendios más destacados, denominado Palisades, comenzó el martes alrededor de las 10:30 a.m., y en sus primeras horas ya había consumido casi 3 mil acres entre Santa Mónica y Malibú.
A pesar de los esfuerzos de los bomberos, las llamas se descontrolaron rápidamente y en su avance, el fuego alcanzó más de 11 mil acres, afectando gravemente ambas ciudades costeras.
El incendio ha consumido mansiones de millones de dólares en Malibú, uno de los lugares más ricos del planeta además de poner en peligro varios sitios culturales emblemáticos de la región. La Getty Villa, ubicada en el extremo oriental de la costa de Malibú, sufrió la quema de árboles y vegetación cercanos, aunque afortunadamente el edificio no fue dañado.
El Museo "J.Paul Getty", que alberga una extensa colección de antigüedades griegas y romanas, permanecerá cerrado hasta el lunes debido a los daños provocados por el fuego. Los bomberos continúan luchando contra las llamas en condiciones extremadamente difíciles, con vientos de Santa Ana que alcanzan hasta 160 km/h, baja humedad y vegetación seca, lo que sigue alimentando el avance del fuego.
Las imágenes desde el lugar muestran no solo los esfuerzos heroicos de los bomberos, sino también la magnitud de la destrucción, sobre todo en decenas de mansiones ubicadas en la hermosa costa de Malibú en el Pacífico. La residencia de la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, en Los Ángeles, fue evacuada durante la noche debido al avance de los incendios.
Según informó su portavoz, Ernie Apreza, no había nadie en la vivienda en el momento de la evacuación. Harris, quien tiene varias residencias en su estado natal, expresó su apoyo a las víctimas de los incendios y a los bomberos que combaten las llamas. En su comunicado, instó a los residentes a seguir las órdenes de evacuación de las autoridades locales y ponerse a salvo.
La Casa Blanca ordenó el despliegue de recursos federales, tanto terrestres como aéreos, para asistir a las autoridades locales en la extinción de los incendios. La tormenta de vientos fuertes sigue complicando las labores de los bomberos, quienes también enfrentan múltiples accidentes de tránsito y árboles caídos en la zona metropolitana de Los Ángeles.
Hasta el momento, los incendios han cobrado la vida de al menos dos personas y miles de residentes han sido evacuados de las áreas más afectadas.
Las autoridades mantienen la alerta en toda la región, mientras el incendio sigue avanzando de manera descontrolada.
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