El éxodo masivo de cubanos en los últimos meses y el escaso interés de los jóvenes en carreras de Educación ha dejado casi sin logopedas a Ciego de Ávila, donde los especialistas existentes no cubren la necesidad que hay en esa provincia, informó este domingo el periódico oficialista Invasor.

En Ciego de Ávila hay 15 logopedas activos en la Educación Especial, 26 en la Primera Infancia –con un déficit de seis en el municipio cabecera– y 64 en la Primaria, donde se concentran las mayores necesidades, dadas por el número de escuelas que comprende este nivel educativo, con un total de 244 en el territorio, puntualizó Nair María Tapia Barral, metodóloga provincial de la Educación Especial.

Los logopedas que hay en la provincia asumen más de una institución educativa. "Las escuelas fueron agrupadas a partir de la cantidad de niños a atender en cada una, identificados en los diagnósticos realizados, la proximidad de estas y su matrícula general", dijo María Esther Pol Luis, jefa del departamento de Educación Especial.

"Como principales motivos del actual déficit (están) las jubilaciones y la emigración, este último el de mayores estragos, al atentar contra el tiempo de permanencia en los planteles educativos de los contados logopedas que culminan estudios universitarios", detalló Pol.

En Ciego de Ávila no hay logopedas en formación para cubrir todas las plazas. "En el cuarto año, que es el más próximo a graduarse, no se forman estudiantes de Logopedia, y en el resto son siete en tercero, 10 en segundo y nueve en primero. Panorama este que alarga la ubicación de nuevos especialistas hasta el curso 2023-2024", puntualizó.

Según Pol, para un centro de enseñanza de los niveles educativos Primera Infancia, Primaria y Especial, resulta imposible prescindir de un logopeda, pues, de conjunto con los psicopedagogos, son los especialistas que “se encargan de orientar y asesorar a los directivos y docentes sobre cómo trabajar de manera diferenciada para atender la diversidad que tenemos en todos los contextos educativos”.

Según la especialista, el panorama es complicado por el "aumento, en los últimos años, del número de infantes con trastornos en el desarrollo del lenguaje y la comunicación, como consecuencia del tiempo de exposición a las pantallas (móviles, tablets, televisores, computadoras) que, en cierta medida, agravó el aislamiento en los hogares durante la pandemia de la Covid-19".

Pol recomendó a los padres que "el tiempo de actividades sedentarias frente a una pantalla deberá ser nulo para los menores de dos años, edad a partir de la cual y hasta los cuatro, recomiendan no exceder la hora, aunque cuanto menos mejor".

Hasta el cierre de octubre 166 niños cubanos en círculos infantiles de Ciego de Ávila tienen trastorno del lenguaje, 56 en el Programa Educa a tu hijo y 136 en el grado preescolar en escuelas primarias, "datos a los que todavía escapan muchos pequeños que no llegan a diagnosticarse, al no estar incluidos en alguna de estas modalidades de la Primera Infancia", dijo Tapia.

Ante la escasez de logopedas en los círculos infantiles, la propia educadora busca ayudar a los niños con actividades. También los promotores, en el caso del Programa Educa a tu hijo, se preparan en cómo desarrollar y estimular el lenguaje ante situaciones como el tartaleo fisiológico, que suele presentarse entre los tres y cuatro años, reseñó Invasor.

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