Vietnam ha superado con creces la meta inicial de una campaña de recaudación destinada a apoyar a Cuba, país que enfrenta una de sus peores crisis económicas en décadas. En apenas 48 horas, ciudadanos, empresas e instituciones públicas del país asiático lograron reunir 4,8 millones de dólares, más del doble de lo previsto al inicio de la iniciativa.

La campaña, impulsada por el Gobierno vietnamita, se enmarca en la conmemoración de los 65 años de relaciones diplomáticas entre ambos países y busca enviar alimentos, medicinas y productos esenciales a la isla. La recaudación continuará abierta hasta el 16 de octubre, según informaron medios estatales de Hanoi.

El objetivo inicial era alcanzar 65.000 millones de dong (unos 2,1 millones de euros), pero la respuesta de la población y del sector empresarial superó las expectativas. Hasta el momento, se han reunido casi 128.000 millones de dong (4,17 millones de euros), cifra que continúa aumentando gracias a transferencias electrónicas, códigos QR y puntos de donación instalados en escuelas, centros de trabajo y comunidades locales.

De acuerdo con el diario Vietnam Plus, la iniciativa busca no solo proporcionar asistencia inmediata, como suministros médicos y alimentos, sino también reforzar la cooperación en proyectos de desarrollo sostenible. En palabras de la agencia estatal Vietnam News, se trata de “un gesto de amistad histórica” hacia Cuba, nación que atraviesa una grave escasez de productos básicos, apagones constantes y una inflación que golpea el poder adquisitivo de sus ciudadanos.

Vietnam mantiene una relación privilegiada con La Habana y se ha convertido en el principal proveedor de arroz para la isla, un alimento clave en la dieta cubana. En los últimos años, junto con China, ha enviado varios cargamentos de este cereal como donación, tratando de aliviar los problemas de abastecimiento que enfrenta la población. En Cuba, el consumo promedio supera los 60 kilos de arroz por persona al año, lo que explica la importancia de estas ayudas.

El gesto de Vietnam llega en un contexto particularmente complejo para el pueblo cubano. La combinación de sanciones externas, políticas económicas fallidas y el impacto de la pandemia ha generado una crisis estructural que afecta a la vida diaria. Los cubanos deben lidiar con colas interminables para conseguir alimentos, falta de medicamentos en farmacias y constantes cortes eléctricos.

Mientras tanto, el Gobierno cubano continúa dependiendo de las donaciones de aliados políticos tradicionales para intentar paliar la crisis. Según cifras oficiales, la isla gasta más de 2.000 millones de dólares anuales en importación de alimentos destinados a la canasta básica, un sistema de racionamiento que no logra cubrir las necesidades reales de la población.

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