En las últimas semanas, tres ciudadanos estadounidenses han sido arrestados en Venezuela, en medio de acusaciones del régimen de Nicolás Maduro que los vinculan con presuntos actos de terrorismo en el país. El Departamento de Estado de Estados Unidos confirmó la detención de al menos uno de estos ciudadanos, miembro del Ejército estadounidense, mientras que los informes sobre los otros dos detenidos aún no han sido completamente verificados.

Las autoridades venezolanas acusan a los arrestados de participar en una conspiración para llevar a cabo ataques contra objetivos del gobierno, incluida la planificación de un posible atentado contra Maduro. Según declaraciones del ministro del Interior, Diosdado Cabello, durante la operación también fueron incautadas más de 400 armas supuestamente provenientes de Estados Unidos.

Además de los estadounidenses, también fueron detenidos ciudadanos españoles y checos, a quienes el régimen de Maduro vincula con actividades de espionaje y colaboración con figuras de la oposición venezolana, como el excomisario Iván Simonovis y la líder política María Corina Machado.

El gobierno de Estados Unidos ha negado categóricamente cualquier implicación en un complot para derrocar a Maduro, calificando las acusaciones del régimen como "falsas". El Departamento de Estado reiteró su apoyo a una resolución democrática para la crisis que atraviesa Venezuela.

Estos arrestos ocurren en un contexto de creciente tensión política en Venezuela, agravada por las disputas sobre los resultados de las elecciones presidenciales recientes, cuyo resultado ha sido cuestionado por la oposición y gran parte de la comunidad internacional.

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