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Una empresa de Las Tunas construirá los muebles del hotel más alto de Cuba

Redacción de CubitaNOW ~ miércoles 4 de enero de 2023

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La empresa estatal Muebles Ludema, de Las Tunas, será la encargada de amueblar el nuevo hotel que el régimen construye en la intersección de 23 y K, en el Vedado habanero.

El edificio, de 42 pisos, será el más alto de Cuba una vez que concluya la polémica obra.

Un reporte de la prensa oficialista indica que Ludema, perteneciente a la Empresa Dujo, tiene el compromiso de comenzar este año y continuar en el 2024 las solicitudes de este gigantesco hotel. En ese tiempo deberán terminar además los encargos para la segunda torre del hotel de Tercera y 70, ubicado en el municipio de Playa.

El polémico hotel cubano tendrá 560 habitaciones y la empresa de Las Tunas deberá proveer el mobiliario a toda la instalación.

Antonio Torres Infantes, comercial de la empresa asegura que fueron elegidos por la “calidad de las producciones”.

Ludema estuvo a cargo ya de la construcción de los muebles del Gran Hotel Manzana Kempinski.

Según cifras oficiales, la empresa tuvo un ingreso de 110 millones de pesos en 2022, 15 millones más de los previstos.

El polémico K23

A mediados de año se generó una gran polémica en las redes sociales tras la publicación del arquitecto cubano Rafael Muñoz, quien llamó la atención sobre los posibles errores que pudieran estarse cometiendo en la construcción del edificio, así como las presuntas violaciones de las medidas de protección a los trabajadores y transeúntes.

"La construcción de la torre en medio de El Vedado habanero parece ser un mal parto. Ha empezado mal y no parece ir a mejor", dijo Muñoz.

"Analicemos la superficie del hormigón recién vertido. Veamos ese gran parche sobre la viga en el tercer nivel. Contemplemos después la sucesión de puntos oscuros que contrastan sobre el hormigón más claro en la pared más cercana en la foto. No, eso no es una obra de arte sino “cucarachas”, lugares a los que por falta de vibración, la masa de hormigón no llegó y quedaron oquedades en su superficie. La reparación es costosa y requiere de materiales y resinas especiales si se hace bien. Lo malo de las cucarachas es que solo puedes “tapar” los huecos que quedaron a la vista, sobre la superficie. Pero ¿Y los que no se ven? ¿Las que quedaron en medio del hormigón?", cuestionó.

No obstante, Alejandro Manuel Silva González, uno de los ingenieros que forma parte del equipo que ha elaborado en el proyecto de estructura del K23, aseguró que "el control de la calidad es riguroso".

"El hormigón vertido en la obra supera la resistencia de 50 MPa y las dosificaciones utilizadas están avaladas por laboratorios nacionales y reconocidas instituciones internacionales", dijo en declaraciones citadas por el diario oficialista Granma.


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