Este martes se inician las redadas migratorias anunciadas por el presidente Donald Trump tras asumir su segundo mandato. Tom Homan, designado como el nuevo encargado de supervisar las políticas fronterizas, confirmó que los agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) están listos para intensificar las operaciones en todo el país.

Durante una entrevista con Fox News, Homan aseguró que estas acciones buscan "aplicar la ley como corresponde". Según él, la prioridad será detener a aquellos considerados una amenaza a la seguridad pública, aunque advirtió que cualquier persona que resida en Estados Unidos de manera irregular podría ser objetivo de estas redadas.

Homan no reveló detalles específicos sobre las ciudades donde comenzarán los operativos, pero se especula que urbes como Chicago, Illinois, y San Antonio, Texas, podrían ser las primeras en presenciar estas acciones.

El nuevo enfoque contrasta con el período del expresidente Joe Biden, quien, pese a las críticas republicanas, registró un número de deportaciones mayor al primer mandato de Trump, según datos oficiales de ICE.

Las redadas incluyen la posibilidad de ingresar a lugares previamente restringidos, como escuelas, hospitales e iglesias, una medida que genera preocupación entre defensores de los derechos de los inmigrantes. Organizaciones civiles han alertado a las comunidades afectadas sobre sus derechos y han instado a estar preparadas ante posibles encuentros con agentes migratorios.

Desde la campaña presidencial, Trump prometió endurecer las políticas migratorias y revertir lo que calificó como "laxitud" durante el gobierno de Biden. Con el inicio de estas redadas, la administración busca reafirmar su postura de línea dura en materia migratoria, marcando el comienzo de un nuevo capítulo en su gestión.

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