Un techo colgado de los cables eléctricos mantiene en vilo a vecinos de Santa Clara
Redacción de CubitaNOW ~ martes 2 de septiembre de 2025

Un grave peligro amenaza a vecinos de Santa Clara, donde los fuertes vientos acompañados de intensas lluvias arrancaron el techo de una vivienda, dejándolo colgado de los cables del tendido eléctrico.
El hecho, denunciado en redes sociales por el usuario Díaz Canel S., sigue sin recibir atención de las autoridades a pesar de los múltiples llamados de la población.
Según la publicación, a las 10:00 de la noche la estructura metálica aún permanecía suspendida sobre la calle, sostenida únicamente por los cables eléctricos, que además han quedado tirados en el suelo. “Han llamado a los bomberos, a la Empresa Eléctrica y nadie viene ni da respuesta”, escribió indignado el denunciante en Facebook, alertando sobre el peligro inminente que representa para peatones y vehículos.
El riesgo es evidente: un transeúnte que desconozca la situación podría electrocutarse en plena madrugada, o un camión o guagua podría engancharse con el techo y provocar una tragedia mayor. Se trata de un peligro público que, sin embargo, no ha sido atendido con la urgencia que demandan este tipo de casos.
Los accidentes vinculados a la falta de mantenimiento y respuesta de las instituciones en torno al sistema eléctrico cubano no son nuevos.
En todo el país se acumulan denuncias de cables caídos durante tormentas, postes que tardan días en ser recolocados y tendidos eléctricos en estado crítico, expuestos a cualquier inclemencia del tiempo.
Estas demoras en la atención son una de las principales causas de accidentes eléctricos y choques de vehículos contra estructuras en mal estado.
El sistema eléctrico en Cuba ya es uno de los más golpeados por la falta de inversión y por la morosidad de las empresas estatales encargadas de su gestión.
Cuando llegan fenómenos meteorológicos, incluso lluvias intensas o vientos fuertes de corta duración, la debilidad del tendido queda al descubierto y la ciudadanía se ve obligada a convivir con riesgos que en otros países serían resueltos de inmediato por brigadas de emergencia.
La denuncia desde Santa Clara ilustra con crudeza una realidad que se repite en toda la Isla: el abandono institucional frente a peligros eléctricos.
Mientras tanto, la población vive con la incertidumbre de no saber si en la próxima tormenta perderá su techo, su servicio eléctrico o, peor aún, una vida humana por la negligencia de quienes deberían responder.