Trocha en penumbras; tres días sin luz tras llevarse el transformador para repararlo
Redacción de CubitaNOW ~ sábado 8 de noviembre de 2025
En Santiago de Cuba, la comunidad de Trocha vive un calvario que ya supera las 72 horas sin electricidad. Tras el paso del huracán Melissa, un transformador cayó y fue retirado “para repararlo de inmediato”. Pero la inmediatez, como tantas veces en Cuba, se convirtió en espera infinita. Hoy, las familias cocinan con carbón, intentan dormir bajo el sofocante calor y sobreviven con la incertidumbre de no saber cuándo regresará la luz.
Mientras tanto, algunas zonas cercanas ya recuperaron el servicio, lo que aumenta la frustración de los vecinos que se sienten marginados y olvidados. “Dijeron que iban a arreglarlo rápido, pero no volvieron más”, lamenta una residente.
Ni la Empresa Eléctrica ni las autoridades locales han ofrecido una explicación concreta, mucho menos una fecha para la reposición del servicio. Solo evasivas, promesas vagas y un silencio que hiere.
El panorama se agrava con la presencia de niños, ancianos y enfermos. En medio de un brote viral que azota la ciudad, la falta de electricidad impide conservar medicamentos refrigerados, usar equipos médicos o siquiera tener un ventilador encendido en las noches de calor extremo. La oscuridad se ha convertido en un símbolo del abandono.
A pesar de la presencia de brigadas eléctricas en otras zonas, Trocha no figura entre las prioridades. Vecinos aseguran que las cuadrillas “pasaron de largo” y que, incluso después de varias denuncias, nadie se ha presentado a revisar el daño. La comunidad, cansada, denuncia la indiferencia estatal: “Nos tratan como si no existiéramos hasta que alguien hace ruido”.
En Cuba, quedarse sin luz no es solo un problema técnico: es un golpe a la dignidad. Significa no poder cocinar, no poder dormir, no poder cuidar a los tuyos. Es la metáfora de un país que vive entre sombras mientras los discursos oficiales hablan de “resistencia” y “recuperación”.
Trocha no pide favores, exige derechos. Reclama transparencia, empatía y acción. Porque la verdadera revolución no está en las consignas, sino en restablecer la vida cotidiana de la gente que sufre.
En un país donde hablar sigue siendo peligroso, los vecinos prefieren el anonimato. Pero su mensaje es claro: Trocha pide luz… y también respeto.
Del perfil de Yosmany Mayeta