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Texto de viernes en CubaxCuba Laboratorio de Pensamiento Cívico: 'Crónica para un pueblo sin miedo', escrito por Jerusalem

Redacción de CubitaNOW ~ viernes 15 de noviembre de 2024

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"El municipio villaclareño de Encrucijada pocas veces estuvo bajo la mirada de la Seguridad del Estado. Aunque desde el 2019 han sido frecuentes las paredes pintadas y los cacerolazos de menor envergadura, nunca había estado bajo tanta vigilancia. Una protesta masiva, donde participó casi la mitad de la población y que, al mismo tiempo, haya transcurrido de forma pacífica (sin violencia por parte de las autoridades ni de los manifestantes) merece un minucioso análisis.

"Es necesario aclarar primeramente que los cacerolazos anteriores habían sido aislados; siempre desde un portal o en el espacio de los hogares. Se creó así un ciclo de toque silencio (patrulla que pasa a los pocos minutos por la calle donde se escucha el tintineo). No se había documentado una detención hasta el momento por esa causa.

"En la segunda desconexión del SEN, las horas de oscuridad se incrementaron. El sábado 2 de noviembre ya no había electricidad, ni siquiera dos horas al día. Hay que precisar algo importante: la subestación municipal colapsó al aumentar el pico eléctrico, ya que automáticamente todas las personas conectaron sus equipos. El equipo de guardia de la UNE tardó media hora en repararlo, lo cual significa que de dos horas solo se tuvo electricidad una y media.

"No son pocos los negocios y las casas de familia que tienen plantas eléctricas en el pueblo. Muchos se ofrecieron para que las personas cargaran teléfonos móviles y linternas. Sin embargo, la mayoría de las plantas no pudo volver a arrancar a causa de la escasez de gasolina.

El miércoles 6 de noviembre ya no quedaba carbón a la venta. Debido al mal tiempo, los hornos que se fabricaron para vender luego a la población estaban arruinados. Aumentó el precio del saco a 2 mil pesos. El gas también llegó a posicionarse en 15 mil pesos. A consecuencia de esto, comenzó a inundar los barrios el humo de la leña. Muchos no tuvieron otra opción que montar rústicos fogones.

"Para colmo de males, el municipio tiene un grupo electrógeno ubicado en el Consejo Popular de Calabazar de Sagua. Este, en lugar de generar para la localidad, fue conectado a otras localidades para alimentar los circuitos de la ciudad de Santa Clara. La «gente de arriba» en la provincia teme (siempre ha sucedido así) al Condado Sur, una de las zonas caracterizadas por el «alto grado de vulnerabilidad». Asimismo otros circuitos, como Reparto Escambray, no reciben tantas afectaciones.

"Con los alimentos podridos, la amenaza de un huracán —pues se decretó fase de alerta en la provincia— y la incompetencia de los dirigentes; Encrucijada, acaso como otras muchas poblaciones, atravesó momentos de incertidumbre y desesperanza nunca antes vividos. El canal de Telegram y la cuenta oficial en Facebook de la Empresa Eléctrica de Villa Clara publicaron el 6 de noviembre que el municipio tenía restablecido el servicio como parte del sistema de micro-islas. No era cierto. Sin embargo, en la madrugada del día 7 el Consejo Popular Calabazar de Sagua volvió a tener servicio. ¡Sorpresa! El grupo electrógeno suministró la energía porque oficiales de la Región Central del Ejército usaron el secadero de arroz.

"¡Era inconcebible que a la 1:00 p.m. Calabazar de Sagua todavía tuviese electricidad y los restantes siete consejos populares estuviesen condenados a más de 48 horas sin luz! 

"Fue entonces, a las 3:00 p.m., que en la zona de los edificios de Encrucijada inició una protesta que terminó con la aparición de la primera secretaria del PCC en el municipio, Taymí Pérez Fernández. Mediante la justificación de una supuesta avería y la promesa —que nadie creyó—, de que pronto se resolvería, logró disolver la turba.

"Todos estos factores condujeron a un descontento general que se materializó en la protesta masiva. Esta comenzó en dos barrios bastante alejados de la sede del gobierno municipal. Un pequeño grupo de personas, cansadas de tocar en sus portales, caminó hasta el centro del pueblo. Otros vecinos empezaron a seguirles hasta llegar frente al edificio del Poder Popular. La voz se corrió y más personas acudieron al lugar hasta formar una gran multitud que reclamaba el restablecimiento del servicio eléctrico. ¡Esa era la única demanda!.

"De ahí salió un grupo integrado principalmente por mujeres, que tocaron sus calderos frente a la estación de policía, pero regresaron al no salir ni siquiera un agente. La intendente tampoco se mostró en la sede del gobierno, donde solo estaban el custodio del edificio y cuatro policías que se limitaron a grabar la protesta.

"La mayoría de las caras me eran conocidas: maestras, funcionarios de ETECSA, trabajadores, dueños de negocios particulares, muchos jóvenes. También personas mayores y madres con niños. Alguien sugirió a gritos bajar hasta el edificio del Partido y en desfile de gran estrépito todos los reunidos se dirigieron allí. Agentes de la Seguridad del Estado circulaban en motos de un lado a otro, pero ni una patrulla. Los policías no llegaban a diez. Además, como no se arremetió contra ningún manifestante, el valor se acrecentó.  

"La primera secretaria volvió a hacer acto de presencia, pero no la dejaron hablar. A pesar de que pidió silencio, el pueblo no le permitió decir nada. Minutos después, las luces se encendieron y comenzaron los vítores de «sí se puede». Enseguida todos regresaron a sus casas, con risas y con la satisfacción del que consigue algo luchando.

"Lamentablemente, el régimen devolvió el golpe, mintiendo al decir que se cometieron actos violentos y que la protesta fue motivada y pagada por la contrarrevolución interna. Comenzaron así las detenciones arbitrarias y la intimidación. La única verdad es que la de Encrucijada fue una protesta legítima, sustentada en el hastío y el reclamo del derecho a una vida digna; una protesta que deja huellas en la historia de un pueblo que había vivido demasiado tiempo en silencio".

Hasta aquí la publicación de "Jerusalem" ¿hay algo que añadir? ¿cómo sí pusieron la luz cuando la "cosa" se puso fea? ¿Va contra alguna Constitución una protesta pacífica que reclama solo los derechos humanos más simples: la electricidad para cocinar, para tomar agua fría, para vivir como un ser humano de la segunda década del siglo XXI. ¡Por favor!



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