Durante la última detención de la activista Daniela Rojo Varona, exmoderadora de la plataforma Archipiélago, la policía política cubana la amenazó con enviarla a prisión y quitarle la custodia de sus hijos, según denunció la joven en redes sociales.

En una publicación en Facebook el domingo, Rojo explicó que la Fiscalía Municipal de Regla, en La Habana, le pide 5 años de privación de libertad por su participación en las protestas antigubernamentales del 11J acusándola de los supuestos delitos de “desacato”, “desórdenes públicos” e “instigación a delinquir”.

La activista de 25 años estuvo entre los detenidos el 31 de enero frente al Tribunal Municipal de Diez de Octubre, al cual asistió junto a otros activistas para apoyar a familiares de manifestantes encarcelados que esperaban el resultado de los juicios.

Sobre su última detención dijo: “La experiencia de dormir en un calabozo ya la conocía, esta vez tuve la suerte de tener de compañía a una mujer grande como lo es Camila Rodríguez, que tiene un corazón que no le cabe en el pecho”.

“De los interrogatorios con el DSE, salí un poco más rota, la amenaza inminente de volver a la cárcel no me rompe por mí o por lo que tendría que soportar mi cuerpo, sino por la cantidad de personas que quedarían fuera, empezando por mis hijos, lamentando mi ausencia”, expresó.

Rojo opina que las amenazas contra ella también fueron usadas como chantaje a la activista Carolina Barrero para que abandonara el país. “Mi agradecimiento infinito a ella y a su temple, sé que ellos le temían, por rebelde y por tener esos principios tan bien definidos”, comentó.

“Lo más triste es todo lo que se sucedió después, nosotras ya estábamos en casa, pero a Saily Gonzalez Velazquez la interrogan por más de 8 horas, al papá de Andy García lo apuñalaban, a Abel Lescay lo detenían, al Ruso 4k se lo llevaban por hacer memes. No se detienen”, lamentó.

Para la joven, la manera de actuar de los órganos de inteligencia en Cuba convierte a sus agentes en “esbirros de una mafia”. “A los familiares, gracias por su aplomo, por su valentía, el amor de la familia está por encima del miedo por muy fuerte que este sea. Mi corazón, aunque duela un poco últimamente, está con ustedes y con su causa”, dijo.

“Yo estoy bien. Ahora con la soga un poquito más apretada, si hago cualquier movimiento raro el banquillo se cae y me quedo colgada”, expresó.

A pesar de haber dejado la plataforma Archipiélago por “problemas personales”, Rojo ha mantenido el activismo especialmente a favor de la libertad de los presos del 11J, que en muchos casos enfrentan largas condenas a prisión.

“A raíz de problemas personales y familiares me veo obligada a dejar mis funciones como coordinadora en el equipo de Archipiélago. No he tenido ningún problema con los miembros de la plataforma, a los que abrazo fuertemente y les dejo saber que ha Sido un gran placer para mí pertenecer a un equipo tan entregado”, dijo cuando abandonó el grupo, conocido sobre todo por su convocatoria a la marcha cívica del 15 de noviembre, fecha que ella pasó detenida por la policía política.

Las autoridades cubanas suelen referirse a los hijos de las mujeres activistas y periodistas independientes en interrogatorios, como método de amenaza y chantaje para que abandonen sus labores.

“La oficial del DSE que me atendió, asignada para estos casos, con mucha amabilidad me "advirtió" que pensara en mis hijos y las consecuencias que podría tener para ellos crecer sin su mamá”, había detallado Rojo acerca de un intercambio anterior con la policía política. 

En las últimas horas, internautas cubanas han expresado su preocupación sobre el anteproyecto del Código Penal que, entre otras cosas, prevé aumentar el uso de la pena de muerte y la privación perpetua de libertad en Cuba.

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