Rodrigo Paz asume una Bolivia en ruinas: “El país que recibimos está devastado tras dos décadas de socialismo”
Redacción de CubitaNOW ~ sábado 8 de noviembre de 2025
El nuevo presidente de Bolivia, Rodrigo Paz Pereira, asumió el poder en un país devastado económica y socialmente tras más de dos décadas de gobiernos del Movimiento Al Socialismo (MAS). En su discurso de investidura, el mandatario no dejó lugar a dudas: “El país que recibimos está quebrado, con reservas en mínimos históricos, inflación, deuda y desconfianza”.
Con esas palabras, Paz resumió la herencia que deja el modelo socialista implantado por Evo Morales y continuado por Luis Arce. Un modelo que, según el nuevo gobierno, acabó destruyendo el aparato productivo, disparó la inflación y llevó a miles de familias nuevamente a la pobreza extrema.
Durante años, Bolivia vivió una falsa bonanza sustentada en el alto precio de las materias primas y una política de subsidios insostenible, especialmente a los combustibles. Sin embargo, cuando los precios internacionales cayeron, el país quedó sin respaldo financiero y con unas reservas internacionales en el nivel más bajo de los últimos 30 años.
La inflación interanual, que alcanzó el 25% en julio pasado, refleja el deterioro de la economía. Los mercados sufren escasez de divisas, los bancos limitan el acceso al dólar y el desabastecimiento de combustibles ha paralizado el transporte y la producción agrícola.
Paz, de 58 años e hijo del expresidente Jaime Paz Zamora, asumió la presidencia prometiendo un “capitalismo para todos”, enfocado en recuperar la confianza, eliminar trabas burocráticas y formalizar la economía, donde el 80% de los trabajadores sobreviven en la informalidad. Su plan también contempla reducir los subsidios a la gasolina y el diésel, medidas que, aunque impopulares, busca implementar gradualmente para evitar un estallido social.
“¿Qué carajo hicieron con la bonanza?”, lanzó el presidente durante su discurso ante la Asamblea Legislativa, en alusión directa a los gobiernos del MAS. “Nos dejan un Estado paralizado y una sociedad empobrecida. Pero Bolivia decidió despertar, y lo hizo con el arma más poderosa: el voto y la democracia”, añadió.
El nuevo mandatario recibió el apoyo de más de 50 delegaciones internacionales, entre ellas los presidentes Javier Milei (Argentina), Gabriel Boric (Chile), Daniel Noboa (Ecuador) y Yamandú Orsi (Uruguay), además de una representación oficial de Estados Unidos. Su llegada marca también un cambio de rumbo en la política exterior, con el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Washington y un discurso aperturista hacia la región.
Durante la última década, la pobreza extrema en Bolivia aumentó del 11% al 17%, según organismos internacionales, mientras que el endeudamiento público alcanzó niveles récord. Las políticas asistencialistas del socialismo boliviano, lejos de generar desarrollo sostenible, crearon dependencia y corrupción, drenando los recursos del Estado.
Ahora, Paz enfrenta el reto monumental de reconstruir un país golpeado por el populismo, con una economía en ruinas y una sociedad que ha perdido la confianza en sus instituciones. “Nunca más una Bolivia aislada del mundo”, prometió. El desafío será cumplirlo sin que el peso del pasado termine hundiendo el futuro.