El régimen cubano ya lanzó su convocatoria oficial para el próximo 1 de mayo, Día Internacional del Trabajo, y pidió lograr una "masiva jornada" de movilizaciones contra el bloqueo de Estados Unidos, retomando de esta manera los desfiles multitudinarios que suspendió durante dos años por la pandemia.

"La fiesta del proletariado mundial tendrá como escenario renovado los combativos desfiles, concentraciones y actos en plazas y poblados de toda Cuba", y "en cada uno de ellos exigiremos el cese del recrudecido y genocida bloqueo (...) impuesto a Cuba por el gobierno de Estados Unidos", dijo la Central de Trabajadores de Cuba (CTC, única) en su convocatoria, publicada la víspera por la prensa oficialista.

La dictadura cubana decidió suspender en 2020 y 2021 esos multitudinarios actos, y “celebró” la fecha con pequeñas actividades en centros laborales o actos virtuales.

Ahora, cuando asegura que el país logró controlar la pandemia con la campaña de inmunización que desarrolla con sus tres vacunas propias, reanuda el llamado a las plazas para desfilar.

No obstante, recientemente, el gobierno cubano advirtió que varias provincias de la isla presentan un repunte de casos positivos al coronavirus durante las últimas jornadas, en especial Sancti Spíritus, Ciego de Ávila, Holguín y Santiago de Cuba, las que fueron llamadas a acelerar el paso con la vacuna de refuerzo a la población.

Por otro parte, el presidente designado, Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, celebró el llamado a la movilización. "Volveremos a llenar las plazas para celebrar el Día de los Trabajadores el próximo Primero de Mayo. Lo ha convocado la CTC (...) y lo haremos posible y trascendente todos, desde la resistencia creativa", dijo.

Al tiempo que, en la convocatoria, la CTC subrayó que "la celebración estará caracterizada por la participación de los colectivos laborales en el apoyo a la producción de alimentos, la zafra (cosecha) azucarera, los programas inversionistas y de transformación en barrios y comunidades", en "una batalla por la eficiencia económica".

A pesar del repunte, la dictadura llama a los cubanos a movilizarse y a gritar consignas de respaldo a la revolución, poco antes de cumplir el primer año de las históricas protestas antigubernamentales que acontecieron en varias ciudades del país el pasado 11 de julio.

Más de 100 personas que participaron en las inusuales manifestaciones fueron sentenciadas la anterior semana a penas de prisión de entre seis y 30 años.

El Tribunal Supremo de la República (TSP) informó en una nota de prensa del fallo del Tribunal Provincial Popular de La Habana.

De los 129 acusados, solo uno fue absuelto y otro recibió una pena de 4 años "de trabajo correccional sin internamiento". Todos los demás fueron declarados culpables de sedición y hurto.

Dos de ellos, Dayron Martín Rodríguez y Miguel Páez Estiven, fueron condenados a 30 años de prisión, dijo el TSP, aunque no hizo referencia a la edad de los condenados.

La madre de Martín Rodríguez sufrió un preinfarto tras conocer la sentencia de su hijo y, con la voz entrecortada, dijo que él no merece esa sentencia. “No me voy a cansar. Puedo llorar, puedo acostarme, pero no me voy a cansar”, enfatizó la señora.

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