El brote de sarampión en el suroeste de Estados Unidos ha cobrado una segunda víctima, según confirmaron las autoridades de salud de Nuevo México. Un adulto no vacunado falleció recientemente y las pruebas posteriores confirmaron la presencia del virus en su organismo.

El Departamento de Salud de Nuevo México informó que esta es la primera muerte asociada al sarampión en el estado, aunque la causa oficial del fallecimiento sigue bajo investigación. Según los reportes, la persona no había buscado atención médica antes de su deceso, lo que aumenta la preocupación sobre el desconocimiento de los síntomas y la falta de medidas preventivas.

El virus sigue propagándose rápidamente en la región. Hasta el martes, Texas ya reportaba 159 casos, con la mayoría concentrados en el condado de Gaines. En Nuevo México, el condado de Lea ha identificado al menos 10 casos, lo que refuerza la alerta en las autoridades sanitarias.

La semana pasada, un niño en edad escolar en Texas fue la primera víctima mortal del brote y el primer fallecimiento por sarampión en Estados Unidos en más de una década. En ambos casos, las personas no estaban vacunadas, lo que reaviva el debate sobre la importancia de la inmunización.

Expertos en salud reiteran que la forma más efectiva de prevenir el sarampión es la vacuna triple viral (MMR). Dos dosis de esta vacuna ofrecen una protección del 97%, reduciendo drásticamente la probabilidad de contagio y la gravedad de la enfermedad en caso de infección.

El secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr., abordó el tema en un reciente editorial, destacando que las vacunas contribuyen tanto a la protección individual como a la inmunidad colectiva. Sin embargo, Kennedy, conocido por su postura crítica respecto a la vacunación, evitó hacer un llamado explícito a que los padres vacunen a sus hijos, limitándose a decir que la decisión de inmunización es "personal".

Las autoridades sanitarias han intensificado sus campañas de concienciación, instando a la población a asegurarse de estar vacunada y a acudir de inmediato a un centro médico ante la aparición de síntomas como fiebre alta, sarpullido, tos y conjuntivitis.

El actual brote de sarampión es el más grave registrado en Estados Unidos en los últimos años y sigue representando un riesgo significativo para quienes no están inmunizados. Con el virus extendiéndose en distintas comunidades, la vacunación masiva es vista como la clave para contener su avance y evitar más muertes.

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