Un hecho de violencia extrema estremeció a la ciudad de Santiago de Cuba el pasado 26 de agosto, cuando trabajadores de la empresa de servicios comunales hallaron en un contenedor de basura del reparto Abel Santamaría la cabeza de un hombre. El suceso, de gran impacto en la opinión pública, generó alarma inmediata entre los vecinos de la zona.

De acuerdo con la información divulgada por el periodista oficialista Lázaro Manuel Alonso, tras el hallazgo las fuerzas del Ministerio del Interior (MININT) desplegaron un operativo especial para esclarecer lo ocurrido.

Horas más tarde, y con el apoyo de la comunidad, fue detenido un residente de la localidad, un ciudadano de 60 años de edad, en cuyo domicilio se encontraron los restos del cuerpo de la víctima.

Durante el interrogatorio, el sospechoso confesó haber dado muerte a la víctima el pasado 21 de agosto, en medio de una riña ocurrida dentro de su apartamento mientras ingerían bebidas alcohólicas.

Según su testimonio, el crimen estuvo motivado por un ajuste de cuentas de carácter personal.

Tras cometer el homicidio, el agresor habría intentado deshacerse de los restos para ocultar el hecho.

El suceso ha sido calificado como un crimen de gran magnitud y “no habitual” en la sociedad cubana, según señalaron fuentes oficiales.

La noticia se viralizó en redes sociales, donde miles de santiagueros expresaron repudio, indignación y temor ante un hecho que marca un punto de violencia pocas veces visto en la ciudad.

Las autoridades confirmaron que el proceso investigativo sigue en curso y que, una vez concluido, el detenido será puesto a disposición de la Fiscalía y el Tribunal, donde enfrentará sanciones con la severidad que el caso amerita.

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