Recrudecen ofensivas contra la libertad de prensa en Cuba
Redacción de CubitaNOW ~ sábado 1 de noviembre de 2025
El avance de los gobiernos democráticos en América Latina ha despertado preocupación entre los movimientos de izquierda radical, que ven cómo su influencia se reduce frente a un continente que apuesta cada vez más por las libertades políticas y la transparencia institucional. En respuesta, estas corrientes se han lanzado a reorganizar su aparato comunicacional, buscando contrarrestar lo que califican como el “control hegemónico” de la información por parte del Occidente capitalista y, en particular, de Estados Unidos.
En este contexto, Cuba ha vuelto a convertirse en el epicentro de la propaganda ideológica regional, al acoger tres eventos simultáneos dedicados al activismo mediático y político de la izquierda continental. Se trata de la Red de Artistas e Intelectuales en Defensa de la Humanidad —fundada por Fidel Castro y Hugo Chávez en 2003—, el Festival Internacional Granma Rebelde, con motivo del 60 aniversario de los periódicos oficialistas Granma y Juventud Rebelde, y el Tercer Encuentro Internacional de Publicaciones Teóricas de Partidos y Movimientos de Izquierda.
A las reuniones asistieron figuras reconocidas del pensamiento marxista como Ignacio Ramonet y Fernando Buen Abad, junto a la cúpula del régimen cubano y sus voceros más fieles: Abel Prieto, Enrique Ubieta, Luis Morlote y Mariela Castro Espín, entre otros. En los discursos abundaron las consignas en defensa del “Sur global”, los elogios al chavismo venezolano e incluso las expresiones de apoyo a grupos como Hamas.
Las intervenciones coincidieron en la necesidad de crear una red internacional de medios afines a la izquierda, promover una “alfabetización ideológica y digital” y “defender la verdad de los pueblos latinoamericanos frente al imperialismo”. Durante su participación, el gobernante Miguel Díaz-Canel insistió en la importancia de una “comunicación política estratégica” que movilice la conciencia popular y construya consensos a favor del proyecto socialista.
Pero detrás de esta retórica —aparentemente emancipadora— se esconde un plan de control informativo que busca reemplazar el periodismo libre por propaganda política, con el fin de mantener a los pueblos bajo hegemonías autoritarias y asegurar la permanencia en el poder de figuras como Díaz-Canel, Maduro y Ortega-Murillo.
Esta ofensiva ideológica contra la libertad de prensa ocurre, además, en un momento de retroceso para las dictaduras del continente, excluidas de la próxima Cumbre de las Américas y cuestionadas internacionalmente por sus vínculos con el narcotráfico y la represión interna.
A pesar de los esfuerzos del castrismo y sus aliados por reconstruir un bloque mediático afín al autoritarismo, la tendencia regional hacia la democracia parece consolidarse. Como señalan analistas, la verdad siempre termina imponiéndose, y América Latina —cansada de la retórica vacía y los dogmas ideológicos— avanza hacia una nueva etapa de apertura, pluralismo y libertad.