Un micrófono abierto permitió escuchar una inusual conversación entre tres de los líderes más poderosos y autoritarios del mundo: Xi Jinping, Vladimir Putin y Kim Jong-un. El diálogo, transmitido por la televisión estatal china, se produjo el miércoles 3 de septiembre en Pekín, justo antes del desfile militar conmemorativo del 80º aniversario de la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial.

Mientras caminaban por la alfombra roja en la plaza de Tiananmen, Xi comentó que “antes se consideraba a una persona de 70 años como vieja, pero hoy todavía puede ser vista como joven”. El presidente chino, que al igual que Putin tiene 72 años, sugirió incluso que en este siglo podría ser posible alcanzar los 150 años de vida.

La respuesta de Putin sorprendió aún más. Según la traducción oficial, afirmó que “con el desarrollo de la biotecnología, los órganos humanos pueden trasplantarse continuamente, las personas pueden rejuvenecer a medida que envejecen e incluso alcanzar la inmortalidad”.

El breve intercambio fue captado parcialmente por las cámaras de CCTV y comentado de inmediato en redes sociales. Pocos segundos después, la transmisión fue interrumpida.

El momento resulta llamativo no solo por el tema —la longevidad y la posibilidad de la inmortalidad— sino porque se trató de una de las pocas ocasiones en las que se escuchó a Xi y Putin conversar de manera espontánea frente a cámaras. Kim Jong-un, que los acompañaba en la caminata, no intervino en el fragmento difundido.

Más tarde, en una rueda de prensa, Putin confirmó que la charla ocurrió tal como se transmitió: “Creo que fue mientras íbamos hacia el desfile. Los avances médicos y quirúrgicos permiten a la humanidad esperar que la vida activa se prolongue mucho más que en la actualidad”.

El diálogo también ha generado lecturas políticas. Tanto Xi como Putin, de 72 años, se mantienen firmes en el poder sin intención aparente de dejarlo. Xi abolió los límites de mandato en 2018 y en 2023 inició su tercer período como presidente de China, rompiendo con la tradición de sus predecesores. Putin, por su parte, reformó la Constitución rusa en 2020 para extender su control político al menos hasta 2036.

Kim Jong-un, más joven pero igualmente consolidado en Corea del Norte, completa el trío de dirigentes que concentran poder de manera casi ilimitada en sus países.

El contexto tampoco es menor. La conversación ocurrió en un acto diseñado para exhibir fuerza militar y unidad entre aliados estratégicos frente a Occidente. El hecho de que los tres hablaran sobre longevidad en ese escenario ha sido interpretado como una metáfora de sus aspiraciones de permanecer en el poder de manera indefinida, aunque lo hicieran en tono distendido.

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