Prensa oficialista denuncia charco de agua pestilente cerca de construcción de hotel en La Habana

Redacción de CubitaNOW ~ sábado 28 de mayo de 2022

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Un artículo de la revista oficialista Alma Mater denunció este viernes la presencia de un charco de agua pestilente en una céntrica zona de La Habana con presencia de hoteles, donde se construye otro edificio para el turismo.

“Cualquiera pudiera pensar que este no es ni por asomo el peor de los charcos que hay en el país, y no deja de tener razón. Existen lugares con situaciones más desgarradoras y que llevan mucho tiempo sin solucionarse. Pero que haya un solo paisaje así, nos provoca molestias”, dice el texto publicado en la sección Paisaje Con Lío de la mencionada revista.

“A ratos, la ciudad (y nuestras vidas con ella) parece un terreno en permanente estado de obra. Se construyen hoteles, se remoza el Paseo del Prado (por solo mencionar un espacio urbanístico de tantos), se le «pasa la mano» a edificios corroídos por la desidia y los años, se levantan algunas viviendas… y se erigen más hoteles. Dicen los que saben que la construcción «tiene la cara fea», y nadie quiere «bailar» con la menos agraciada. Pero mientras uno más le huye, más te persigue”, sostiene.

Asimismo, el artículo lamenta las molestias que deben sortear a diario los transeúntes en La Habana para desplazarse de un punto a otro, al tiempo que llama la atención sobre el aparente descuido ante el levantamiento de nuevos edificios, que provoca escenarios poco agradables a la vista.

“La construcción permite que pululen «apéndices» que nada aportan en prestancia a las calles de una urbe tan legendaria como sus arterias derruidas. Y a veces (muchas veces) no es la construcción, sino el abandono, la escasa eficacia de las estructuras gubernamentales, que prefieren acudir al argumento manido de «falta de recursos» para justificar la chapuza que empantana nuestras calles”, señala.

El artículo hace referencia particularmente a un charco de agua pestilente en la calle Virtudes de la Habana Vieja. “Una madre y su niña cruzaban para ponerse en la acera, la pequeña casi resbala y se hunde en el charco verdoso que baña el comienzo de aquel camino. ¿Qué hubiese pasado si la menor vestida de uniforme cae en el agua turbia?”, inquiere.

“El Hotel Parque Central custodia la entrada, pero un cartel nos recuerda que por ahí no hay paso: el sitio está en construcción. El agua estancada refleja buena parte de la estructura del Telégrafo, a pesar del fango y las burbujitas asquerosas que no cesan por encima de los tragantes inertes y ya sin posibilidad de ocultar el líquido con su dosis de pestilencia”, describe.

De igual modo, la revista reconoce que las constantes lluvias de los últimos días en la capital podrían haber propiciado el estancamiento de aguas y “algunos pueden considerar inofensivo, y hasta cierto punto natural, que se deposite la lluvia en baches y hendiduras del asfalto”.

“Pero ¿no es acaso este un panorama que se repite en varias zonas del país y no solo en tiempos de aguaceros? ¿No son las aguas albañales y estancadas un aliciente para la proliferación de vectores? ¿No afean el entorno? ¿No nos traen más de una desazón si pisamos en falso o, como puede suceder, andamos mirando el teléfono?”, cuestiona.


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