Ante las peticiones de argumentos de varios lectores, el exdirector de la revista oficialista Alma Mater, Armando Franco, rompió este martes en redes sociales el silencio acerca de su expulsión del cargo, decidida por la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) en abril.

Franco dio, a través de una extensa publicación en Facebook, algunos pormenores de lo sucedido durante y después del encuentro con directivos de la UJC y de la Editora Abril, donde radica la revista, frente al Capitolio, en La Habana.

En el mismo, después de que él pidiera argumentos, le explicaron que la decisión, aprobada el 20 de abril, respondía a “continuos errores en el trabajo editorial de la revista”. “A ti debimos botarte hace mucho tiempo, no hay nada más que hablar, te estamos haciendo el favor de liberarte. Puedes hacer lo que quieras, es una decisión nuestra”, le dijeron en medio del intercambio, según su testimonio.

Asimismo, Franco dijo que el director de la Editora se limitó a ratificar lo que decía la Miembro del Buró y a dejar claro todas las veces que le había “alertado sobre mis fallas”, “con notable intención de librar responsabilidades”.

El exdirector asegura que la funcionaria de la UJC desestimó los argumentos de algunos de los presentes en contra de la medida porque “se trata de una decisión tomada, solo vinimos a informar”. De igual modo, recordó que la negativa a conversar con el equipo, la inconformidad con la “liberación”, provocó que algunos miembros de la revista solicitaran su baja de la publicación.

“No existieron presiones ni condicionamientos. En cada caso, fue una decisión personal. Un periodista y la secretaria de la redacción decidieron mantenerse. El resto, todos jóvenes, buscan hoy otros destinos laborales”, detalló.

“La dirección de la UJC estaba al tanto de mis planes de dejar AM después del centenario de la revista el próximo noviembre, cuando cumpliría tres años como director. Para ello, ya habíamos iniciado una serie de transformaciones en las dinámicas de funcionamiento y la conformación del equipo que garantizarían continuidad llegado ese momento. Solo faltaban cinco meses”, apuntó.

Franco además se refirió al argumento esgrimido por la secretaria de la UJC, Aylin Álvarez, quien esgrimió que la expulsión era parte de un proceso de “renovación natural”.

“No parece renovación natural un proceso que no incluyó ni ubicación laboral para mí ni un director para AM, que no garantizó el trabajo de la revista tras la liberación. Resulta incoherente realizar cambios en AM por razones "naturales", mientras la editora vive una crisis de directivos y periodistas”, sostuvo.

“De los argumentos expuestos en dicho post de la primera secretaria de la UJC, lo único exacto es lo referido a que los cargos directivos de los medios de la Editora Abril son competencia del Comité Nacional de la UJC y de su Comisión de Cuadros. El resto de las aclaraciones no son ciertas ni coincidentes con lo sucedido en mi caso”, señaló.

En el transcurso del tiempo en que Franco estuvo a cargo de la revista, se publicaron varios reportajes de temas polémicos de la realidad cubana, entre ellos, uno que incluía testimonios de la violencia desatada por las autoridades ante las protestas masivas antigubernamentales del 11J.

“La gente de AM, a la que agradezco cada muestra de gratitud recibida antes y durante los días recientes, conoce muy bien el fuego desde todos los flancos al que estuvimos expuestos”, dijo el joven.

“AM no fue mejor ni peor durante estos casi tres años. No pretendió serlo. Intentamos hacer periodismo y respetamos el criterio que tenga cada lector de nuestro trabajo. Nos gustaría que las próximas etapas de AM sean mucho mejores que la lograda por nuestro equipo”, expresó. “En los próximos días, semanas, meses, cada uno escogerá su camino dentro o fuera del periodismo cubano. Yo solo aspiro a volver a creer, a encontrar razones para seguir intentando”, agregó.

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