Las autoridades mexicanas devolvieron el viernes a Cuba, a través del Aeropuerto Internacional “José Martí” en La Habana, un total de 64 migrantes irregulares procedentes de todas las provincias del archipiélago, incluyendo del municipio especial Isla de la Juventud.

Se trata de la operación de devolución número 21 que realiza la nación azteca en lo que va de año, dijo el Ministerio del Interior (MININT). Según el organismo, un equipo médico supervisó el estado de salud de los viajeros antes de ser trasladados a sus lugares de origen.

De igual modo, las autoridades cubanas culpan a la Ley de Ajuste cubano en vigor en Estados Unidos, por estimular una emigración ilegal hacia esa nación, y poner “en riesgo la vida y seguridad de los cubanos”.

“No es que uno tenga problemas políticos, sino que busca mejorar, tener un mejor estilo de vida. No obstante, no hay seguridad para hacer esa travesía, son momentos difíciles y una aventura que no se puede describir”, declaró un migrante.

Las cifras oficiales del gobierno cubano apuntan que en el transcurso de 2022 se han efectuado 69 operaciones de devolución por vía aérea y marítima, en las que están implicados cerca de 3 000 migrantes.

Pese a que el régimen comunista de La Habana insiste en que el éxodo de cubanos no responde a problemas políticos, desde los propios medios oficialistas han subrayado que la emigración aumentada por la crisis en el país, tiene un trasfondo gubernamental.

“«Se van por razones económicas, no políticas». Cierta zona del discurso oficial esgrime esto constantemente como si fuera una exculpación. No sabemos bien en el mundo del liberalismo, pero para los comunistas los problemas económicos son problemas políticos; para los comunistas todos los problemas son políticos”, expresaba un artículo en la revista Alma Mater.

El texto subraya que “la emigración es un asunto muy político y sus causas también, aunque no sean el desacuerdo con el orden establecido, la persecución, ni las ansias de fundar partidos políticos electoreros o periódicos privados, como le gusta a la contrarrevolución enfocar el tema”.

De acuerdo con las cifras oficiales del gobierno cubano, en 2021 se realizaron 71 operaciones migratorias, a través de las cuales se devolvieron un total de 1580 residentes en el país en atención a los acuerdos migratorios establecidos con las diferentes naciones.

“Es tan político el problema al que nos enfrentamos y tan irreducible a lo económico que incluso podríamos decir que en esta Cuba tenemos emigrados del proyecto socialista que nunca han salido de las fronteras, pero que desde hace tiempo no comulgan con ese proyecto de país ni participan de él: y no son precisamente opositores ni contrarrevolucionarios, sino sencillamente gente desconectada de «esto», apática, indiferente”, plantea el referido artículo.

La semana pasada, la Embajada de Estados Unidos en Cuba anunció que incrementaría las citas de visado de inmigrante que atiende en La Habana a los familiares inmediatos de ciudadanos estadounidenses, lo que podría aliviar la crisis migratoria en Centroamérica. “Seguiremos evaluando, en la medida que las condiciones lo permitan, una mayor expansión de los servicios de visado en La Habana”, explicó la sede consular. 

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