"Mi vida está en pausa", dijo entre lágrimas la cubana Danmara Triana a la agencia AP. Ella y sus dos hijas llevan siete años a la espera de la reunificación familiar con su marido y su hijo que viven desde 2015 en Estados Unidos.

"Mi día a día es estar pendiente a esto (su móvil). Ver a mi hijo, ver a mi esposo. Revisar la página de la Embajada (de Estados Unidos). Levantarme por la mañana y mirar el teléfono, 'tendré entrevista, no tendré entrevista'", contó Triana, sentada en el sofá de la sala en su casa de Cienfuegos, rodeada de fotografías de la familia en los pocos momentos que estuvo unida.

Su hija Claudia, de 21 años, estaba a su lado mientras esperaban el regreso de la escuela de Alice, señaló la citada fuente.

Según AP, en 2015 el ingeniero cubano Roberto de la Yglesia tomó a su hijo adolescente y se fue a probar suerte a Estados Unidos. Su esposa Danmara y sus dos niñas se quedaron en la ciudad de Cienfuegos. Iba a ser un pequeño sacrificio para el bienestar económico futuro.

La familia cubana calculó que en 36 meses estarían todos juntos tras acogerse a un programa legal de reunificación. Pero han pasado siete años y la familia sigue atrapada en una telaraña burocrática que empeoró en 2017 con el endurecimiento de las sanciones contra la isla por parte del presidente Donald Trump.

Ante el anuncio de la Administración de Joe Biden este 16 de mayo de que restablecerá el Programa para la Reunificación de las Familias Cubanas, la pareja ve un poco de esperanza pero Washington solo hizo el anuncio sin un plazo concreto para tramitar miles de casos como el suyo, reseñó AP.

Danmara y sus hijas debieron recibir atención psicológica. Su hijo mayor, llamado Roberto como su padre, ya tiene 26 años y en este tiempo le ha dado dos nietos. Ella es una contadora de 48 años y llegó a ser la jefa económica de una empresa.

La agencia detalla que unas 22 000 solicitudes de reunificación familiar con los trámites completos quedaron prácticamente paralizadas en 2017 cuando Trump retiró al personal diplomático de la isla, lo que obligó a muchos cubanos a viajar a la sede en Guyana cuando eran citados para cualquier tipo de trámite.

La familia de Danmara ni siquiera ha sido llamada. Roberto, un ingeniero mecánico de 53 años que se asentó en Nueva Jersey, recibió por octava vez esta semana un correo de las autoridades migratorias de Estados Unidos en el cual le informaron que debe esperar a ser citado para resolver su caso.

Tal como lo establece la ley para los cubanos, un año después de haber llegado al vecino país Roberto presentó la solicitud para la reunificación con su esposa y sus dos hijas: Alice tenía poco más de un año y Claudia era una adolescente. En 2017 se determinó que calificaban para el programa y en enero de 2020 se completó el expediente con todas las tasas pagas. Entonces llegó la pandemia de Covid-19, apuntó AP.

"Siento que estoy a la deriva. No estoy sentada sobre nada y voy haciendo lo que va saliendo y sobre todo ahora que tuve que dejar la carrera (de Medicina), porque al final tenía una desmotivación horrible. Hemos esperado tanto tiempo que estoy como resignada", dijo Claudia.

"Trato de no emocionarme demasiado", agregó la joven sobre las nuevas medidas hacia Cuba anunciadas por la Administración de Biden.

La vecina de Danmara, Natacha González, una jubilada de 61 años, tiene a su cargo a sus dos nietos luego de que la madre, Yanelis, se fuera a vivir a Estados Unidos. Su expediente de reunificación también inició en 2017 y en 2020 obtuvo el visto bueno para que los hijos puedan viajar. Hasta ahora tampoco han sido convocados.

"Puedo hablar en nombre de todos los padres y madres que estamos en este país sacrificándonos para que haya una migración correcta de nuestros familiares", dijo Yanelis, de 43 años, en una videoconferencia con AP desde Florida.

"Me siento sin oxígeno... Llevo años en esto y no es justo que sigamos en esta espera. No voy a meter a mis hijos a una migración por fronteras adonde voy a perderlos. Quiero hacer las cosas bien", agregó.

Recomendado para ti