El rapero y preso político cubano Maykel Castillo Pérez, conocido como Maykel Osorbo, ha llevado su protesta a un extremo radical: se rapó la cabeza y se afeitó las cejas como acto de denuncia contra los abusos cometidos en la prisión del 5 y medio, en Pinar del Río. La noticia se dio a conocer a través de un audio difundido por la activista Anamely Ramos, donde el artista exige justicia y libertad para todos los presos políticos de Cuba.

“Me acabo de raspar la cabeza y me acabo de afeitar las cejas en reclamación de la libertad de todos los presos políticos de Cuba… reclamando justicia para los presos de la prisión cinco y medio… mientras tanto voy a seguir sin cejas y raspado al cero”, declaró Osorbo en el audio, dejando claro que su acción no es solo personal, sino un grito por los derechos humanos de todos los internos.

Anamely Ramos denunció que Maykel ha sido blanco de represalias constantes dentro de la prisión, y responsabilizó directamente a las autoridades carcelarias y de la Seguridad del Estado por cualquier daño que pueda sufrir. “La culpa no es de Maykel, la culpa es de un régimen dictatorial que deforma continuamente a otros seres humanos… Los delincuentes son ustedes y un día serán juzgados como tales”, escribió Ramos en sus redes.

Este acto de protesta se suma a otras denuncias recientes de acoso y provocaciones en prisión, incluyendo maniobras de aislamiento y conflictos instigados por los propios oficiales. El régimen cubano ha acusado a Maykel de “daños a la propiedad social” tras incidentes provocados dentro de la cárcel, en un intento evidente de prolongar su condena injustamente.

Maykel Castillo cumple actualmente nueve años de prisión por supuestos delitos de desacato, atentado y desórdenes públicos. Su encarcelamiento ha sido condenado por organizaciones internacionales que lo reconocen como preso de conciencia y exigen su liberación inmediata.

A pesar de las difíciles condiciones, Osorbo continúa siendo una voz de resistencia, demostrando con su acción que ni la intimidación ni el encierro pueden silenciar su lucha por la libertad y la justicia en Cuba.

Este mensaje de protesta no solo refleja su valentía, sino que también ilumina la situación de cientos de reclusos que sufren abusos en silencio dentro de las cárceles cubanas.

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