La crisis sanitaria en Matanzas —disparada por el aumento de dengue, zika, chikungunya y otras arbovirosis— ha atraído miradas fuera de Cuba. Con hospitales saturados y déficit de recursos, el Minsap reforzó con médicos de otras provincias, aunque vecinos denuncian que “llegaron con las manos vacías”.

El 11 de octubre, un gesto de cooperación alivió parcialmente el panorama: un contenedor donado por MediCuba Suiza, en coordinación con el proyecto Quisicuaba, arribó al Hospital Provincial Clínico Quirúrgico Docente Faustino Pérez. El envío incluye equipo de radiografía digital, camas, camillas, unidades de paciente y otros insumos para urgencias y hemodiálisis, áreas con alta demanda. Parte del material se distribuirá entre distintos servicios del centro; la colaboración con la ONG ya había viabilizado la entrega de ecógrafos y gastroscopios, destinados a fortalecer la infraestructura clínica.

El contexto sigue siendo frágil. Aunque José Ángel Portal Miranda, ministro de Salud Pública, negó la existencia de casos graves de dengue o chikungunya, la alta infestación de Aedes aegypti y las condiciones ambientales mantienen el riesgo elevado.

En redes, el anuncio del donativo vino acompañado de escepticismo sobre la trazabilidad de los recursos. En la página oficial del hospital, una usuaria resumió el sentir de parte de la comunidad: “Hace falta que lleguen a los necesitados y no se pierdan como todo”.

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