La llamada “No Primera Dama” de Cuba, Lis Cuesta, volvió a generar polémica en redes sociales tras publicar un mensaje en X (antes Twitter) en el que expresaba preocupación por el colapso del sistema de salud en Gaza, mientras en la Isla los hospitales atraviesan una de sus peores crisis en décadas.

El comentario desató fuertes críticas de los cubanos, quienes cuestionaron que la esposa del gobernante Miguel Díaz-Canel se interese por lo que ocurre en el Medio Oriente mientras guarda silencio sobre la grave situación en su propio país.

En su publicación, Cuesta afirmó: “Sistema de Salud de Gaza colapsa bajo bombardeos y asedio. Los hospitales de Gaza operan al 300% de capacidad durante intensos ataques israelíes y severa escasez”. Sin embargo, la respuesta ciudadana no se hizo esperar.

“El de Cuba ya está colapsado, y sin bombardeo alguno. ¿Cuándo te vas a preocupar de lo que pasa en Cuba?”, comentó un usuario. Otros fueron más directos: “Mejor habla de lo que pasa en Cuba, ni comida ni nada hay, como a los comunistas les encanta hablar del vecino” y “Estás describiendo a la dictadura que lleva tu marido a cabo”.

Decenas de internautas recordaron que los hospitales cubanos padecen una situación crítica: falta de medicamentos, ausencia de analgésicos básicos, carencia de equipos para medir la presión o la temperatura, salones de operaciones cerrados, agua potable contaminada y la presencia de plagas como cucarachas, chinches y ratones en las salas.

“Cada paciente tiene que llevarlo todo, desde las sábanas hasta una dipirona. Esa es la realidad de Cuba”, denunció un comentarista.

El mensaje de Lis Cuesta, lejos de transmitir solidaridad, se interpretó como un reflejo del desinterés de la élite gobernante por los problemas internos del país, priorizando discursos de política exterior antes que atender la profunda crisis nacional.

Conocida popularmente como la “No Primera Dama” por el rechazo que genera entre muchos cubanos y por el carácter no oficial de su cargo, Lis Cuesta ha sido objeto de críticas reiteradas debido a su estilo provocador en redes sociales y por el contraste entre su vida de privilegios y las carencias del pueblo.

Mientras tanto, los ciudadanos continúan padeciendo el colapso del sistema sanitario cubano, donde conseguir una pastilla, un antibiótico o una simple consulta médica se ha convertido en una odisea.

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