Un lamentable suceso ha conmocionado al municipio de El Cerro. Un bebé de apenas 5 meses de edad, identificado como Neymar, falleció tras el colapso de un muro en su vivienda como consecuencia de las intensas lluvias que han azotado la capital cubana.

De acuerdo con la información compartida en la página de Facebook Reporte Cuba Ya, el muro cedió repentinamente, permitiendo que una fuerte corriente de agua entrara a la casa.

El pequeño se encontraba dentro de la vivienda mientras su madre realizaba labores de limpieza en la tormenta.

En cuestión de segundos, el agua cubrió la estancia y el bebé no pudo ser rescatado a tiempo.

Las autoridades locales acudieron rápidamente al lugar del siniestro, mientras familiares y vecinos intentaban brindar ayuda.

El cuerpo del menor fue trasladado a la funeraria de Infanta, donde fue velado en medio del dolor de familiares y allegados.

Este hecho vuelve a poner en evidencia el grave deterioro de gran parte del fondo habitacional cubano, especialmente en municipios como El Cerro, caracterizados por construcciones antiguas que datan, en muchos casos, del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX.

Estas edificaciones, en su mayoría de mampostería y techos pesados, han visto reducida su resistencia por décadas sin mantenimiento adecuado ni programas efectivos de conservación.

Las limitaciones económicas, la escasez de materiales de construcción y la falta de atención sistemática a la infraestructura han provocado que miles de familias vivan en inmuebles en riesgo de derrumbe.

El Cerro es un ejemplo claro de esta situación: barrios con viviendas coloniales, en su tiempo sólidas y espaciosas, pero que hoy presentan filtraciones, paredes cuarteadas y techos debilitados.

En estas comunidades residen muchas personas vulnerables: adultos mayores, familias con niños pequeños y personas con discapacidad, para quienes las lluvias intensas representan un peligro inminente.

Las recientes precipitaciones en La Habana han evidenciado que no solo los derrumbes totales, sino también el colapso parcial de muros o techos, pueden tener consecuencias fatales.

Este trágico episodio se suma a una lista creciente de accidentes domésticos derivados de la precariedad estructural en la isla, recordando la urgencia de abordar el problema habitacional que afecta a miles de familias cubanas.

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