El judoca Johan Silot, nacido en Cuba y hoy representante de Estados Unidos, conquistó la medalla de plata en la división de 81 kilogramos del Grand Prix de Judo de Lima 2025, al caer en la final ante el serbio Mijailov Simin, en un combate intenso que lo confirma entre los grandes talentos del circuito internacional.

Formado en la escuela cubana de judo, Silot es uno de los nuevos rostros del equipo estadounidense y un ejemplo del impacto de los técnicos caribeños en el desarrollo de ese deporte en el país norteño. Su entrenador es nada menos que Israel Hernández Planas, doble medallista olímpico (Barcelona 1992 y Atlanta 1996) y actual entrenador principal del judo de Estados Unidos, también de origen cubano.

Durante el evento de Lima, Silot mostró una técnica depurada y gran madurez táctica. Venció al peruano Javier Saavedra, luego al italiano Parlati, y posteriormente al dominicano Medickson del Orbe. Luego de ganar su grupo derrotó en semifinales al azerí Omar Rajabli. Así llegó a la final del certamen y le valió ascender en el ranking mundial de la Federación Internacional de Judo (IJF).

“Johan tiene el temple y la disciplina de la escuela cubana, pero también se ha adaptado al enfoque profesional y competitivo del programa estadounidense”, ha dicho Israel Hernández, quien dirige a un creciente grupo de judocas de élite bajo la bandera de las barras y las estrellas.

Con este resultado, el joven cubano nacionalizado estadounidense se consolida como una de las principales figuras del judo de Estados Unidos, país donde cada vez se hace más visible la influencia técnica y formativa de entrenadores procedentes de la isla.

Silot, que creció entre tatamis habaneros, representa un puente entre dos tradiciones deportivas que se cruzan sobre el mismo tatami: la pasión y la disciplina del judo cubano, ahora al servicio de un proyecto deportivo estadounidense que mira con ambición hacia los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.

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