Cuba ha sido señalada esta semana por el jefe de la inteligencia exterior de Ucrania, Oleg Ivashchenko, como uno de los países que suministra ciudadanos para el ejército ruso en su guerra contra Ucrania. La isla aparece junto a estados postsoviéticos como Bielorrusia, Tayikistán, Uzbekistán, así como países como Kenia y China, según el informe presentado por Ivashchenko.

El teniente general ucraniano indicó que la participación de extranjeros es un elemento estratégico para Moscú, tanto en términos militares como de propaganda. “Rusia continúa involucrando sistemáticamente a ciudadanos extranjeros en la guerra contra Ucrania. Solo en diciembre, la inteligencia identificó a más de 150 extranjeros de 25 países reclutados en el ejército ruso. Unos 200 más se preparan para unirse a las Fuerzas Armadas rusas”, afirmó.

Entre las motivaciones para enrolarse en el conflicto, Ivashchenko destacó recompensas económicas, facilidad para obtener la ciudadanía rusa y amnistía para convictos, elementos que Moscú utiliza aprovechando la inestabilidad económica de ciertos países y las limitadas vías de migración legal. “Estos factores se convierten en un medio de control y presión”, subrayó.

Además, el oficial enfatizó que la participación de ciudadanos de países como China, Cuba o naciones africanas cumple un fin político: proyectar la guerra como un conflicto con apoyo internacional no occidental. La presencia de estos reclutas se emplea en la propaganda rusa como evidencia de respaldo global fuera del bloque occidental.

El informe de Ivashchenko también fue divulgado por el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, quien señaló otros aspectos críticos de la estrategia militar rusa. Entre ellos mencionó los intentos de Moscú de eludir sanciones internacionales contra sus empresas energéticas mediante propietarios temporales y esquemas legales ficticios.

Asimismo, se detalló el despliegue de misiles balísticos de alcance intermedio (IRBM), conocidos como “sistemas Oreshnik”, en territorio bielorruso, y se alertó sobre la colaboración de Rusia con empresas extranjeras, como las chinas, que podrían estar proporcionando información de inteligencia espacial y apoyando la producción militar rusa.

El informe subraya cómo Rusia combina la utilización de fuerzas extranjeras con estrategias de propaganda y cooperación internacional para reforzar su posición en el conflicto. Para Ucrania, la incorporación de ciudadanos de países diversos representa un desafío adicional, al tiempo que evidencia los métodos que Moscú emplea para expandir el alcance de su ofensiva más allá de sus fronteras.

(Con información de Martí Noticias)

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