La hambruna que reina en el pueblo cubano es ostensible. Las imágenes de este texto dan fé de ello. La impronta corresponde a la calle Marta Abreu entre el callejón de Lubián y calle Alemán, justo frente a la Catedral de Santa Clara, Villa Clara. Y es que ante tanta desesperación, la iglesia católica decidió dar comida cocinada a todo ser humano que no tenga que comer, como un gesto de solidaridad humana.

Estas son las colas que se hacen en la ciudad de Santa Clara frente a la iglesia para poder llevarse un bocado de comida caliente al menos una vez al día. Veremos hasta cuando el desgobierno permitirá que los católicos de Santa Clara continúen con su labor altruista y caritativa que no es más que la empatía, el compartir lo que tienen para que no siga habiendo desfallecidos y hasta muertos por inanición; porque en Cuba sí hay muertes por hambre, aunque la prensa oficialista no se pronuncie o el régimen vire la cara al otro lado.

La escasez de alimentos, la falta de fluido eléctrico, la ausencia de agua potable, los robos con violencia, los crímenes, los desaparecidos, la emigración, los feminicidios y la desvergüenza gubernamental no son fenómenos nuevos en Cuba, pero la intensidad y la frecuencia de las carencias han alcanzado un punto crítico durante los últimos meses. 

La incapacidad gubernamental para cumplir con las expectativas de proveer necesidades básicas, como una merienda para los niños o la leche para los recién nacidos, se convierte en un catalizador poderoso que empuja a muchas personas a protestar. La imagen de familias que buscan desesperadamente productos básicos o de ancianos que remueven latones de basura para hallar algo que comer, es un recordatorio de la inseguridad alimentaria en el país. 

La desesperación por no poder garantizar la alimentación básica para los hijos es una realidad desgarradora que refleja la severidad de la crisis y explica por qué han sido las mujeres las protagonistas de las protestas más recientes en el oriente del país. A la escasez de comida se suman los prolongados apagones que provocan la descomposición de lo poco que se consigue. Un solo ejemplo: en el municipio capitalino del Cerro se fue la corriente a las 12 de la noche de este martes amanecer miércoles y recién llegó a las 12:30 meridiano del miércoles. 

El panorama actual es el resultado de una compleja mezcla de factores internos y externos. Sin embargo, son las políticas internas fallidas y la pésima gestión económica las que han jugado un papel crucial en los últimos años.

La situación se agrava cuando se consideran las promesas gubernamentales incumplidas y las excusas que ponen la mirada en el exterior la mayor parte del tiempo. 

Ante el escenario actual, el desgobierno cubano no ha sido capaz de reconocer que no puede garantizar la comida del pueblo. De hecho, se vio en la obligación de pedir ayuda a la ONU para garantizar la leche de los niños menores de 2 años.

 Por otro lado la violencia marcó el cierre del verano en Cuba, con al menos 22 asesinatos sólo en el mes de agosto, en 11 provincias del país, que incluyen un crimen múltiple en Ciego de Ávila y 3 feminicidios, según el último informe mensual de Cubalex.

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