Humorista cubano Nelson Gudín deja la risa y dedica sentido poema a Yunior García
Redacción de CubitaNOW ~ martes 16 de noviembre de 2021
Conmovido por la imagen del encierro del dramaturgo cubano Yunior García Aguilera, el también artista Nelson Gudín Benítez, dejó a un lado su tradicional manera de decir que incluyen el humor y la sátira.
Gudín Benítez se puso serio y escribió un poema en sus redes sociales, acompañado de esta reflexión: “En esa foto de Yunior García Aguilera está dicho todo. Lo único limpio de la imagen, es su presencia entre la suciedad y el deterioro. Lo único libre es la pureza con que puede mirar a los condenados que aparentemente lo aprisionan”, dijo.
“Para él, otro de mis poemas”, explicó antes de colocar los versos:
No bandera
esa que se hace ondear
sin el aire de la altura;
no victoria
ni brisa
la palabra adherida
al cuerpo de la patria,
al cuerpo de la guerra y “los vencidos”:
ellos regaron también el árbol
del que luego nacimos.
Enmudezco;
escapan sus colores
de muñeca rota,
su salto hacia el aliento
de la noche definitiva.
Enmudezco
ante el ojo sin vida
(o casi sin vida)
del otro tendido ahí,
derrotado por los siglos;
derrotado por los aplausos del porvenir;
derrotado por los hombres;
derrotado por las derrotas.
Enmudezco
ante la versión danzante del “vencedor”
y esas banderitas…
y esas banderitas breves y felices
de las conmemoraciones
y las dudas.
A través de sus redes sociales, el artista, conocido por arrancar risas en incontables ocasiones a los nacidos en la mayor de las Antillas, dejó anteriormente, un análisis de la situación política que hoy vive la isla: “En Cuba (mi país), puede haber miedo, no confusiones. Cualquiera, con un mínimo de sentido común, sabe que el problema cubano no es el joven Yunior García, ni los muchachos que salieron a protestar el 11 de julio. No son los que han decidido emigrar, ni los que permanecen presos. Hace 30, o 20 años, esos muchachos no habían nacido y éramos los mismos miserables: hambrientos, mal vestidos, manipulados, ciegos obedientes a los antojos y fantasías de un visionario convertido en Dios”, escribió.