Hija del líder de UNPACU en riesgo de deportación tras recibir I-220A en EE.UU.
Redacción de CubitaNOW ~ lunes 7 de abril de 2025

Daniela Patricia Ferrer Reyes, hija del líder opositor cubano José Daniel Ferrer y de la activista exiliada Lietis Rachel Reyes, se encuentra actualmente en un limbo legal dentro de Estados Unidos, tras haber ingresado al país en 2022 con un formulario migratorio I-220A.
Su madre, quien milita activamente en la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), ha lanzado un llamado público a la comunidad cubanoamericana, incluyendo abogados, congresistas y figuras políticas, para que intervengan en este caso y ayuden a resolver su situación migratoria antes de que sea demasiado tarde.
Daniela, aún siendo una niña, fue víctima de acoso en Cuba debido al activismo de sus padres. En el año 2022, logró salir de la Isla acompañada por su tía, buscando refugio en suelo estadounidense ante la creciente represión del régimen cubano. Al cruzar la frontera, las autoridades migratorias estadounidenses le entregaron el documento I-220A, que no garantiza un estatus legal claro y ha dejado a muchos migrantes —como Daniela— en una situación incierta.
Su padre, José Daniel Ferrer, coordinador nacional de la Unión Patriótica, fue arrestado tras las históricas protestas del 11 de julio de 2021 y desde entonces ha permanecido bajo fuerte represión del gobierno cubano.
Durante ese periodo, él se encontraba a cargo del cuidado de Daniela, lo que agravó aún más los riesgos a los que la niña estuvo expuesta. Su madre, desde el exilio, ha insistido en que la deportación de su hija a Cuba podría representar un peligro real para su integridad física y emocional.
Lietis Rachel Reyes confía en que las autoridades estadounidenses puedan revisar con urgencia el caso de su hija y brindarle una vía legal para permanecer en el país. Afirma que mantiene la esperanza “confiando en Dios y en la justicia estadounidense” para que este asunto se resuelva lo más pronto posible y Daniela pueda continuar su vida sin temor a ser devuelta al país del cual escapó.
La situación de Daniela es solo un ejemplo más del drama migratorio que enfrentan cientos de niños y adolescentes cubanos que han huido de la represión política. Su madre espera que la solidaridad de la diáspora cubana y la acción de las instituciones puedan marcar la diferencia.
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