Funerales en crisis: carros fúnebres averiados y cadáveres retenidos en casa
Redacción de CubitaNOW ~ miércoles 1 de octubre de 2025

El colapso de los servicios funerarios en Cuba se ha convertido en una de las realidades más dolorosas y humillantes que viven hoy las familias en la Isla. Lo que debería ser un momento íntimo de recogimiento y respeto se transforma, cada vez más, en un calvario marcado por demoras, improvisación y abandono institucional.
Un reciente caso ocurrido este martes se viralizó en redes sociales cuando un carro fúnebre, al parecer un antiguo Volga soviético, sufrió una avería en plena calle. La solución improvisada fue atarlo con sogas y cadenas para que un “almendrón” lo remolcara entre la incredulidad de vecinos y el dolor de los dolientes.
Las imágenes difundidas por el periodista Mario J. Pentón mostraron a un sepelio convertido en espectáculo callejero, cargado de indignación y tristeza.
Ese mismo día, otra denuncia estremeció a los cubanos. La usuaria Yaneisi Rojas relató que el cadáver de su tío permaneció todo un día en la cama donde falleció, porque ni había carro fúnebre disponible ni un ataúd.
En Holguín, familiares de una anciana muerta esperaron más de 15 horas sin respuesta oficial, hasta que decidieron sacar el cuerpo a la puerta de la casa y protestar en plena calle.
Estas escenas, dolorosas y repetidas en varias provincias, no son hechos aislados. En Ciego de Ávila, apenas 8 de los 19 carros fúnebres funcionan; en Villa Clara, la escasez y mala calidad de los ataúdes retrasa los entierros.
En Santiago de Cuba, a mediados de 2024, más de 29 cadáveres se velaban a la vez por falta de espacio en capillas. La prensa oficial incluso ha reconocido que los velorios en el país se han convertido en “carreras de obstáculos”.
El gobierno ha anunciado medidas como el uso de carros eléctricos ensamblados localmente, con participación de la Unión de Industrias Militares. Sin embargo, la mayoría de los cubanos percibe estas acciones como simples paliativos que no resuelven la crisis estructural: deterioro de infraestructura, falta de insumos básicos y mínima capacidad logística para garantizar un servicio digno.
Hoy en Cuba, la muerte no solo significa el dolor natural de perder a un ser querido, sino también la humillación añadida de enfrentar un sistema funerario en ruinas. Para miles de familias, el último adiós se convierte en un acto de resistencia frente al abandono estatal.