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Cuba: Entre el colapso social y la desesperanza

Redacción de CubitaNOW ~ domingo 29 de diciembre de 2024

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Hace unos años, La Habana era un destino codiciado por turistas estadounidenses que recorrían las calles en autos clásicos, tomándose fotografías junto a la emblemática imagen del Che Guevara. Hoy, esos Chevrolet de los años 50 están casi vacíos, reflejo de una Cuba sumida en su peor crisis en décadas.

La vida cotidiana se ha vuelto una lucha para los cubanos. Los apagones prolongados, la falta de alimentos básicos y la emigración masiva han transformado la isla. Familias enteras hacen fila en supermercados desabastecidos mientras ven cómo sus vecinos parten en busca de un futuro mejor.

En 2014, el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba trajo una ola de optimismo. Las inversiones de empresas estadounidenses y el auge del turismo prometían un cambio en la economía cubana. Sin embargo, ese breve período de esperanza se desvaneció rápidamente.

El endurecimiento de las políticas estadounidenses durante la administración Trump, la mala gestión interna y el impacto de la pandemia golpearon con fuerza. Desde 2017, el turismo ha caído casi un 50%, y los ingresos vitales para el país se han desplomado. Hoy, muchos negocios privados luchan por sobrevivir en un entorno donde la falta de recursos es la norma.

Cuba enfrenta un éxodo sin precedentes. Según cifras oficiales, más de un millón de personas han abandonado la isla desde la pandemia, la mayoría hacia Estados Unidos. Esta emigración masiva ha dejado un vacío demográfico, afectando especialmente al sector privado, que perdió a muchos de sus trabajadores.

La situación se agrava con la crisis energética. La isla ha sufrido tres apagones nacionales desde octubre, dejando a los ciudadanos sin electricidad durante horas. Además, servicios básicos como la recolección de basura y la distribución de medicamentos están colapsando. “Aquí no hay vida. El cubano no tiene futuro”, lamenta Rubén Salazar, un residente de La Habana.

El deterioro económico ha generado un profundo descontento en la población. Las protestas de 2021, duramente reprimidas por el gobierno, dejaron a cientos de personas en prisión, aumentando el rechazo al régimen. “Cuba siempre ha estado mal, pero ahora ya no es que haya menos, es que no hay nada”, dice Arianna Delgado, quien emigró recientemente a Miami.

Aunque el gobierno cubano culpa a las sanciones estadounidenses de la crisis, muchos ciudadanos critican la incapacidad del régimen para resolver los problemas internos. "Nos hemos cansado de escuchar que todo es culpa de Washington", comenta una habanera que lleva días buscando medicinas para su familia.

Los esfuerzos de la administración Biden para flexibilizar algunas restricciones, como el envío de remesas y el aumento de vuelos a la isla, no han logrado aliviar la situación. La designación de Cuba como estado patrocinador del terrorismo sigue limitando su acceso a recursos internacionales, agravando el colapso económico.

En medio de este panorama sombrío, la percepción general es de desesperanza. “Hace una década había esperanza; ahora, solo hay desesperación”, concluye Adriana Heredia, una comerciante en La Habana Vieja.

El futuro de Cuba parece incierto, con una población agotada por décadas de penurias y un gobierno incapaz de ofrecer soluciones. Mientras tanto, los cubanos continúan enfrentando un día a día marcado por la lucha por la supervivencia.

(Con información de: "The New York Times")



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