Foto de Fidel Castro en casa del depredador Jeffrey Epstein despierta teorías sobre nexos ocultos
Redacción de CubitaNOW ~ miércoles 6 de agosto de 2025

Una nueva revelación sobre el escándalo de Jeffrey Epstein ha vuelto a sacudir a la opinión pública internacional, especialmente en América Latina: una fotografía enmarcada del dictador cubano Fidel Castro fue hallada entre las posesiones personales del millonario y depredador sexual en su mansión de Manhattan, según una reciente investigación publicada por The New York Times.
La imagen, nunca antes difundida, aparece en una de las oficinas privadas de Epstein, rodeada de símbolos perturbadores como un tigre disecado, una edición original de Lolita y cámaras ocultas. La fotografía en cuestión muestra a Epstein posando junto a Fidel Castro, figura central del régimen cubano por más de cinco décadas.
La presencia de la imagen ha desatado un torrente de especulaciones sobre el posible vínculo entre el líder cubano y uno de los criminales sexuales más infames de las últimas décadas. Mientras que otras figuras retratadas junto a Epstein, como Bill Clinton, Donald Trump, Elon Musk, el papa Juan Pablo II, y el príncipe Mohammed bin Salman, ya han sido objeto de escrutinio, la inclusión de Fidel Castro agrega una dimensión política particularmente explosiva.
Aunque no hay evidencia directa de que Castro participara en actividades ilegales con Epstein, el hecho de que se conservara su retrato de forma prominente, entre otros objetos personales íntimos y comprometedores, ha llamado poderosamente la atención de investigadores y analistas. Para muchos, esta conexión simbólica sugiere que existía algún tipo de relación, ya fuera política, diplomática o incluso financiera.
El Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA), brazo económico de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba, ha sido señalado en investigaciones recientes como un conglomerado que opera con opacidad y mantiene relaciones internacionales complejas. Dado el acceso privilegiado de Epstein a círculos financieros globales, no faltan quienes se pregunten si existió algún canal de comunicación o intercambio entre su red y elementos del régimen cubano.
Además, la revelación llega en un momento en que los archivos vinculados al caso Epstein siguen generando controversia. El Departamento de Justicia de EE.UU. recientemente detuvo la publicación de nuevos documentos relacionados con el caso, lo que ha provocado críticas tanto de sectores conservadores como liberales.
La aparición de Fidel Castro en este contexto plantea una serie de interrogantes incómodos: ¿Por qué Epstein conservaba esa imagen? ¿Qué tipo de relación —si la hubo— mantenía con el régimen cubano? ¿Es una coincidencia aislada o parte de una red de influencias aún más profunda?
El escándalo Epstein ha demostrado ser un abismo en el que convergen dinero, poder, explotación y silencio. Con cada nueva pieza de evidencia, el caso revela hasta qué punto ciertas figuras públicas compartían espacios —al menos sociales— con uno de los criminales sexuales más poderosos del planeta.
Y ahora, en ese escenario, aparece Fidel Castro. La historia no ha terminado de escribirse.