Un hombre fallece en el reparto Micro 9, en Santiago de Cuba, bajo un estricto cerco policial que ha impedido a los vecinos documentar la escena y conocer detalles completos de lo ocurrido. La noticia fue confirmada por presentes en el lugar y difundida en el perfil de Facebook del periodista Yosmany Mayeta Labrada.

Según testigos, el cuerpo del fallecido permanecía cubierto con una sábana blanca en las inmediaciones de la Unidad de Policía local, mientras los agentes controlaban cualquier intento de tomar fotografías o acercarse al lugar.

Uno de los presentes relató: “Yo estuve en Micro 9 y es verdad, pero no dejaban tirar fotos, solo pude tirar esa, mantén mi identidad, pero míralo: está tapado con una sábana allí, al final de la foto, detrás de la moto”.

Vecinos explicaron que el hombre era un relojero conocido en la comunidad.

De acuerdo con testimonios, se encontraba en la cola del banco y, al perder su carnet, acudió a la policía para obtener un permiso que le permitiera retirar su dinero, ya que planeaba salir de viaje al día siguiente.

En ese momento sufrió un infarto fulminante, según relataron residentes que presenciaron el incidente.

El hecho ha generado preocupación y malestar entre la población del reparto, que denuncia la opacidad con la que se manejó la situación, además del cerco policial que impidió cualquier intento de registrar o documentar la escena. “Según el ángulo de la foto… la tiraron desde dentro de la unidad. Mañana hay reunión con todos los trabajadores”, explicó otra vecina, reflejando la tensión generada en el entorno inmediato.

Este episodio pone de manifiesto las dificultades que enfrentan los ciudadanos para acceder a información confiable en tiempo real, especialmente cuando los hechos ocurren en zonas bajo vigilancia de la policía o frente a unidades estatales.

La comunidad ha pedido claridad sobre las circunstancias de la muerte, así como medidas que garanticen transparencia y respeto hacia los familiares.

El caso ha despertado el debate sobre la gestión de emergencias y la presencia policial en espacios públicos, así como la necesidad de protocolos que permitan atender incidentes médicos sin restricciones innecesarias ni ocultamientos.

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