Descarga gratis nuestra App

Exhibirán en Madrid miniserie sobre Pablo y Haydée Milanés

Redacción de CubitaNOW ~ lunes 17 de noviembre de 2025

Article feature image

La Casa de América de Madrid anunció que ofrecerá “una nueva oportunidad” para ver la miniserie documental Son para despertar a una negrita (Cuba, 2024), dirigida por Alejandro Gutiérrez Morales, una obra que explora la relación afectiva, cotidiana y musical entre el cantautor cubano Pablo Milanés y su hija, la cantante y compositora Haydée Milanés. La serie se proyectará del 17 al 24 de noviembre, siempre a las 7:00 p.m., con entrada libre hasta completar el aforo de 80 localidades. Las entradas se entregarán en la taquilla del Punto de Información una hora antes de cada función.

La institución destacó que la obra, de carácter intimista, reconstruye “una infancia y adolescencia marcadas por el arte, el amor y la sensibilidad de un padre que, sin buscarlo, sembró en ella la música como forma de vida”. A lo largo de siete episodios de diez minutos —Amor, Las descargas, El gorila pipón, El disco, La guitarra, Segundas voces y El concierto—, la miniserie muestra un universo íntimo de afectos, complicidades y descubrimientos. Según Casa de América, es un retrato del artista, sí, pero sobre todo del padre: “el que despertaba a su hija con canciones, el que compartía la vida con humor, sencillez y belleza”.

La obra también revela la cotidianeidad del hombre detrás del ícono: sus silencios, sus enseñanzas, sus juegos y su relación con Zoé Álvarez, madre de Haydée. La propuesta audiovisual combina material de archivo familiar, música original y una narración poética que celebra no solo el legado artístico de Pablo Milanés, sino también el vínculo transformador entre padre e hija.

Estas proyecciones en Madrid ocurren poco después de que se conociera la exclusión del documental Para vivir, el implacable tiempo de Pablo Milanés, dirigido por Fabien Pisani, del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana. La decisión ha generado malestar entre los creadores y el público que esperaba ver la obra en la capital cubana.

Pisani cuestionó abiertamente la censura: “Confiábamos en que su inclusión acercaría al público cubano a una historia que le pertenece y que espera. ¿De quién y desde dónde, en el opaco meandro de la burocracia cubana, vino esa decisión? ¿O acaso fue una falta de decisión porque nadie se atrevió a poner a Pablo Milanés en un cine de La Habana?”.

El director lamentó que el festival desaprovechara la oportunidad de reconciliar simbólicamente a la institucionalidad cultural con uno de los artistas más admirados de Cuba. “Creí que el festival sería el espacio ideal para que el pueblo cubano pudiera reencontrarse con uno de sus artistas más queridos. Llegué a pensar que los que dirigen nuestra cultura —y que desde hace tiempo parecen empeñados en hacerlo todo al revés— aprovecharían la ocasión para reparar la larga historia de agravios hacia uno de sus hijos más ilustres”, afirmó.

Mientras La Habana cierra puertas, Madrid abre pantalla: dos decisiones opuestas que revelan, una vez más, el contraste entre la celebración internacional del legado de Pablo Milanés y la censura doméstica que aún persigue su figura.


Recomendado para ti

Tambien te puede interesar