El escritor cubano Amir Valle, quien desde 2005 fue desterrado de manera forzosa de Cuba por el régimen comunista de La Habana, recordó el “doloroso momento” cuando se vio en aquella situación mientras se encontraba en Europa.

De 56 años y nacido en Guantánamo, Valle reside actualmente en Berlín, Alemania. Después de publicar polémicas obras como “Habana Babilonia”, una investigación sobre la prostitución en Cuba, la policía política la emprendió en su contra. Sin embargo, en octubre de 2005 sufrió el peor momento al no poder regresar a su país, donde estaban sus hijos.

“Fue particularmente duro: viajaba con mi esposa y nuestros hijos, de 4 y 16 años, habían quedado en Cuba, a cargo de la familia”, explicó en una entrevista a ADN América, al describir el “doloroso momento”.

“Cuando el régimen impidió mi regreso tuve que permanecer por tres meses en España. Yo era una figura conocida en el mundo de la cultura europea; y apenas se supo de mi situación irregular, un grupo de instituciones españolas, alemanas e internacionales se confabularon para garantizar mi legalidad en Europa mientras duraba el proceso de reclamación para regresar a Cuba, que duró casi dos años, sin respuestas”, dijo.

El tiempo que estuvo en España, Valle fue jurado en premios literarios internacionales, dio entrevistas en la radio y la televisión y participó en conferencias en universidades. Al concluir su estancia legal en ese país, le concedió una beca la Fundación Heinrich Böll, una organización alemana para escritores extranjeros con dificultades políticas en sus países de origen.

Finalmente, gracias a la intervención personal del Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, se autorizó la salida de su hijo menor de Cuba. “El mayor, con otras peripecias menos ꞌintelectualesꞌ, salió un año después”, dijo.

A pesar de las circunstancias, se considera un “privilegiado” en cuanto a las condiciones que rodearon su destierro. “Nunca estuve desamparado (…), esa no es la norma cuando emigras por tu propia decisión o cuando te destierran. Sumemos a eso que ya en 2007 tuve la tranquilidad de tener a mis dos hijos en Berlín”, aseguró.

Valle, ganador de los premios internacionales de novela “Mario Vargas Llosa” (2006) y “Rodolfo Walsh” (2007), señaló a los funcionarios e instituciones confabuladas con el régimen para aplicar destierros forzosos. “Lo más triste es que las circunstancias anormales de la cultura cubana te obligan a aceptar que tus colegas, tus compañeros de generación, e incluso tus amigos se conviertan en tus verdugos en algún momento”, dijo.

“Hay que decir algo alto y claro: en Cuba, en casi todos los terrenos y específicamente en el periodismo y la cultura que son las áreas que conozco, el represor es siempre alguien a quien has considerado de los tuyos, a quien incluso has respetado por su contribución artística, y casi siempre alguien con quien has compartido complicidades y retos en buena parte de tu carrera”, advirtió.

Preguntado sobre la posibilidad de su regreso a Cuba, el escritor comentó que este solo se produciría “si entiendo que lo que he logrado, ganado, construido en estos casi 20 años de destierro puede ser beneficioso para la reconstrucción de ese futuro mejor que merecemos todos los cubanos”.

De igual modo, expresó su falta de optimismo en cuanto a que se produzcan cambios políticos en la isla. “(…) La verdad es que, al menos por lo que sucede hoy en Cuba en todos los ámbitos, no soy nada optimista de haya un cambio en los próximos años”, sostuvo.

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