El joven cubano que llegó el lunes a las costas de Florida, en Estados Unidos, tras escapar de la isla sobre una tabla de skysurf, fue enviado a un centro de detención en el condado de Broward, mientras la familia pide ayuda para evitar su deportación.

Pablo Mantilla cumplió una travesía de seis horas y 33 minutos luego de salir de Matanzas el lunes a las 09:00, para llegar en la tarde de ese mismo día a territorio estadounidense. Al día siguiente, fue sometido a una entrevista donde le preguntaron por sus tatuajes, su trabajo en Cuba y su familia, contó un pariente suyo a CiberCuba.

Posteriormente, las autoridades lo trasladaron hasta el centro correccional de Broward para una cuarentena de 10 días por el Covid-19, según las regulaciones en el país norteamericano respecto de la pandemia. El joven es buzo profesional y padre de un niño de dos años.

Sus familiares pasaron horas sin conocer noticias suyas, y ahora temen que pueda ser devuelto a la isla pese a la riesgosa travesía que enfrentó. “Todos los que lo conocen saben que él es constantemente acosado por la policía”, afirmaron.

El buzo trabajaba en Varadero, donde era conocido por el apodo de Acuamán debido a su destreza en el mundo submarino. De acuerdo con un familiar, Mantilla también se dedicaba a la pesca en la isla, una actividad por la cual sufría el acoso de las autoridades, que incluso llegaron a detenerlo por tal motivo. La persecución, dijeron sus familiares, habría sido el principal motivo para que decidiera marcharse.

En declaraciones al referido medio, el propio buzo aseguró que había documentado su viaje a través del Estrecho de Florida, a bordo de la tabla. También declaró que planeaba presentar toda la evidencia que tiene del periplo.

Al dar detalles sobre su hazaña, contó que debió prepararse durante dos años con la misma tabla que usó el lunes, para conseguir completar la ruta de 90 millas en skyboarding en poco menos de siete horas. Un amigo comentó previamente que el joven había intentado con anterioridad abandonar de manera ilegal el país, pero no lo había conseguido, por lo cual estaba en la mira de las autoridades castristas.

De igual modo, precisó que el buzo presuntamente ingresó a territorio norteamericano por Cayo Hueso. “Se entregó a las autoridades, me avisaron hace un rato y no se ha sabido nada más de él”, dijo, sin brindar más pormenores.

Semanas antes, el buzo cubano Elián López escapó también de Cuba y llegó a Estados Unidos en una tabla de windsurf. Era instructor de buceo en el conocido balneario de Varadero y padece una enfermedad que necesita medicamentos urgentes los cuales no tenía en Cuba. Fue la preocupación por su estado de salud, lo que lo llevó a tomar la decisión de arriesgar su vida en el mar.

López fue rescatado por la Guardia Costera de Estados Unidos en Cayo Marathon después de lanzarse desde las costas de Varadero. El cubano de 48 años se encontraba casi a punto de desfallecer al momento de ser rescatado. 

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