Eliezer Sesma, ex preso político, disfruta ¡por fin! de la compañía de su hijo tras años de injusticia
Redacción de CubitaNOW ~ jueves 21 de agosto de 2025

Después de tanto tiempo separado de su familia, Eliezer Sesma pudo compartir, por primera vez en años, una comida tranquila con su hijo y la madre de este.
Aquel momento, en un espacio limpio y seguro, rodeado de amigos que lo quieren y respetan, se convirtió en un oasis de normalidad y afecto después de tanto sufrimiento.
“Una simple cena se transforma en un acto de resistencia ante la opresión”, comenta la activista Lara Crofs, quien ha seguido de cerca la historia de Sesma y su lucha pacífica por los derechos humanos.
La vida de Eliezer Sesma ha estado marcada por la injusticia. Fue detenido tras las protestas del 11 de julio de 2021, cuando miles de cubanos alzaron su voz exigiendo libertad y cambios reales en Cuba.
Su participación fue pacífica, sin actos de violencia, pero el régimen cubano lo consideró un enemigo que debía ser silenciado. Durante su encarcelamiento, enfrentó torturas físicas y psicológicas y fue obligado a convivir con delincuentes comunes, un contraste brutal para un hombre que siempre había sido pacífico y dedicado a su familia.
Su condena, por “atentado”, fue completamente injusta y careció de pruebas. El único “delito” de Sesma fue manifestar su deseo de un futuro mejor y mantener su amistad con activistas como Lara Crofs.
Durante su encierro, su pequeño cuartico fue saqueado en dos ocasiones, incluso mientras su hijo dormía allí, como una forma más de represión que vulneró su privacidad y su tranquilidad.
A pesar de todo, Sesma mantuvo su dignidad y esperanza. Esa tarde de lluvia, la mesa familiar se iluminó con la presencia de su hijo y amigos que lo apoyan. Cada gesto, cada sonrisa y cada conversación se convirtió en un recordatorio de que, aun después de la opresión, la vida sigue y la familia puede ser un refugio de resistencia. “La luz de ese comedor es un símbolo de esperanza para todos aquellos que han sufrido en las sombras”, señala Lara.
La historia de Eliezer no solo representa a un hombre, sino a miles de cubanos que han sido silenciados, torturados y perseguidos por exigir justicia y libertad. Hoy, gracias a la compañía de sus seres queridos y el respaldo de amigos, puede experimentar nuevamente momentos de afecto y calidez, recuperando parte de la vida que le fue negada.
Su ejemplo se convierte en un símbolo de resiliencia y en un recordatorio de que la lucha por los derechos humanos continúa, incluso cuando la opresión intenta borrarnos del presente.
Del encierro a la esperanza, la familia y los amigos de Eliezer Sesma demuestran que, pese a la injusticia, la dignidad y el amor siguen siendo fuerzas invencibles.