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El pan, un producto básico convertido en lujo: La Habana enfrenta precios desorbitados que golpean al bolsillo popular

Redacción de CubitaNOW ~ lunes 17 de noviembre de 2025

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Los precios en La Habana se han convertido en un dolor de cabeza permanente para la mayoría de los ciudadanos. Nada escapa a esta madeja casi imposible de sortear: medicamentos, alimentos, transporte privado, ropa… todos los productos obligan a hacer malabares diarios para intentar llegar a fin de mes, algo que muchos, especialmente quienes dependen únicamente del salario estatal, ya no logran.

Incluso el pan, durante décadas uno de los alimentos más asequibles para los cubanos, se ha encarecido hasta niveles impensables hace apenas unos años. Para quienes no pueden acceder a las ofertas del sector privado, queda la opción del pan normado de la canasta básica, cuya calidad es históricamente deficiente y cuya disponibilidad también se ha vuelto errática.

No existe una normativa pública que regule el precio del pan en las Mipymes o negocios privados. Hoy, una bolsa de 8 a 10 panes puede costar entre 270 y 350 pesos, dependiendo del establecimiento. Ese rango se ha mantenido relativamente estable, aunque dentro de él también aparecen “joyas” que brillan por lo escandaloso de su precio.

El caso más extremo es la panadería Paneque, ubicada en el Vedado, junto a la Fábrica de Arte. Allí, una bolsa de pan cuesta 1.000 pesos. Un cliente que compró recientemente en ese local relató su experiencia a un medio independiente: no preguntó el precio porque asumió que estaría en el rango habitual. La sorpresa —y la molestia— fue inmediata cuando le informaron el monto a pagar. La indignación lo llevó incluso a verificar el precio en la página del negocio, donde efectivamente se anuncia la bolsa de pan de bocadito por esa cifra.

Aunque es cierto que cada emprendimiento en Cuba fija sus propios precios, pagar mil pesos por diez panes roza lo absurdo. Y Paneque no es la única que ha llevado el pan fuera del alcance del cubano promedio: otras panaderías venden bolsas a 600 pesos o más. Estas opciones quedan reservadas para quienes tengan suficientes recursos o una necesidad urgente, en un país donde incluso encontrar alimentos básicos se ha vuelto una odisea.

Aun así, la demanda persiste. El pan sigue siendo un alimento indispensable y los cubanos llegan a numerosas Mipymes en La Habana y otras provincias, incluso sabiendo que el precio puede rebasar su presupuesto. Es una imagen reveladora: en medio de una crisis económica feroz, el pan más “económico”—entre 250 y 350 pesos—se vende, literalmente, como pan caliente. Pero muchas veces, el bolsillo y el rostro de los compradores “estallan” al mismo tiempo… y no precisamente por la emoción.

Lo que antes era un producto básico e infaltable en la mesa familiar, hoy se ha convertido en un lujo cotidiano. El pan, símbolo de lo esencial, es otra prueba de que la economía cubana se ha desbordado al punto de convertir la vida diaria en un ejercicio permanente de resistencia.


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