La más reciente visita de El Chulo a Destino Tolk dejó un episodio que difícilmente se olvidará. Fiel a su estilo irreverente, el reguetonero convirtió la entrevista en un carrusel de carcajadas, anécdotas y declaraciones que encendieron la escena urbana.

El momento más candente llegó cuando el presentador le preguntó, sin rodeos, quiénes eran los reguetoneros con menos dinero del género. La respuesta fue inmediata y explosiva: Chocolate MC, Mawell, El Charly y Candyman. La lista provocó risas en el estudio, pero también sacudió las redes, donde las reacciones oscilaron entre la burla y la indignación.

La sorpresa mayor fue la mención de Candyman, con quien no tenía roces recientes, a diferencia de los otros tres. Para algunos, fue un golpe innecesario; para otros, simple show.

Antes de soltar la bomba, El Chulo ya había presumido su éxito material: “tres casas, tres efficiencies, joyas valoradas en medio millón y un carro de lujo”. Incluso calculó sus ingresos mensuales en más de 40 mil dólares, rematando con un irónico “¿Te sigo diciendo?”.

La entrevista desató un huracán digital. Mientras unos lo celebraron como el episodio más divertido del año —“No paré de reírme ni un segundo”, “El mejor del canal”—, otros lo acusaron de soberbio o de traicionar a colegas que siempre hablaron bien de él.

Lo cierto es que El Chulo logró lo que mejor sabe hacer: poner su nombre en el centro de la polémica. Entre el ego, las indirectas y la eterna mezcla de música y rivalidad, queda la gran incógnita: ¿todo esto es parte del espectáculo o refleja fracturas reales en el reguetón cubano?

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