Díaz-Canel, el Primer Secretario puesto a dedo. Cambió todo para no cambiar nada

Redacción de CubitaNOW ~ martes 20 de abril de 2021

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Por segunda vez en su vertiginosa carrera política, Miguel Díaz-Canel, es designado por voluntad de Raúl Castro como su heredero público. Díaz-Canel es ahora el Presidente de Cuba y Primer Secretario del Partido, dos cargos que solo han podido ostentar al unísono los hermanos Castro.


Es la primera vez que la primera magistratura del Estado y el control aparente del partido lo ejerce un civil. Para mantener este tono de verde olivos claros el régimen movió fichas en retirada y subió a otras figuras estratégicas como el General Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, miembro de la familia Castro y garante de sus intereses económicos en el Buró Político del PCC y GAESA, empresa que funge como Ministerio de Economía paralelo.


El cese de la cartera ministerial de Leopoldo Cintras Frías al frente de las FAR y la exclusión de Rodrigo Malmierca y Marino Murillo del Buró Político, denotan la configuración de un grupo de mayor confianza para Raúl Castro y su heredero público, Miguel Díaz-Canel.




Raúl jugó con total cuidado las fichas para evitar un eventual proceso de desmerengamiento al estilo URSS. El régimen se enfrenta a una crisis moral y de liderazgo sin precedente y un cambio mínimo de dirección del partido podría desencadenar un proceso reformador irreversible.


La inclusión de López Calleja en el Buró Político del Partido busca dotar al presidente designado de un vínculo con los cabilderos del régimen en Estados Unidos. La relación entre López Calleja, con López Levy, figura dedicada al favorecimiento del régimen entre legisladores norteamericanos, podría abrir las puertas a un eventual acercamiento del gobierno Canel con figuras influyentes en la política del vecino país.


Raúl Castro ha cedido su puesto en el partido, como había prometido, pero no ha soltado las riendas del ejército. El control real de la nación no se ejerce desde el pleno del partido ni desde la silla presidencial. La soberanía en Cuba radica en el ejército y Raúl lo sabe muy bien. Nada cambió después de este congreso.




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