Cada vez son más los cubanos que denuncian estafas virtuales, lo mismo a través de las plataformas de pago como Transfermóvil o a través de engaños donde los delincuentes les hacen pensar a las víctimas que escriben desde otro país.

En Cuba ya se han visto casos de suplantación de identidad e incluso de phishing, ahora los ciberdelincuentes elevan el niveles de sus ardides.

El medio independiente CubaNet expuso dos hechos de este tipo que responden a los nuevos tipos de estafa donde se incluyen aplicaciones para hacer creer a la gente que reciben mensajes del exterior.

El primer caso fue una mujer de mediana edad identificada como Emilia López, ella comenzó a conversar con un presunto empresario que residía en Canadá.

“Me comenzó a escribir diciéndome que estaba agregando los trabajadores de su empresa y se equivocó de número. Así encontró mi perfil de WhatsApp. El número que me aparecía en su chat y su perfil de WhatsApp era de Canadá, por eso le creía todo lo que me decía”, contó la mujer.

Pasaron semanas texteándose en incluso la persona le hizo una recarga para que pudieran hablar.

“Después de varias semanas escribiéndonos a diario yo confiaba en él, incluso recargó mi móvil con una oferta desde el exterior para que comprara un paquete de datos y así poder seguir chateando”, dijo.

Por último el individuo habló de enviarle un paquete, le mostró todo lo que le haría llegar “comida, ropa, varios artículos electrodomésticos”, expuso la cubana que incluso recibió una factura con todo detallado, el hombre le dijo también que la agencia del envío se pondría en contacto con ella.

A los días contactaron a Emilia por un número de Cuba, allí le explicaron que debía hacer una transferencia de 22 000 CUP a una cuenta del Banco Popular de Ahorro (BPA).

“Le escribí al supuesto canadiense y me dijo que él me había enviado también ese dinero, pero que demoraba unos días más en llegar, que lo pagara adelantado” señaló la cubana que después de esa transferencia n supo más ni de la agencia , ni del canadiense.

Otro cubano residente en Mayabeque fue engañado con la compra de MLC. Un presunto cubano-americano depositaría divisas en su cuenta en MLC y él debía transferir moneda nacional al hombre que lo engañó diciendo que la necesitaba para un próximo viaje a Cuba.

Jorge Pedroso, cuenta que el individuo le dio un número de Estados Unidos y le pidió que lo llamara para ponerse de acuerdo.

“Marqué al número de Estados Unidos que me dio y hablamos. Incluso ETECSA me cobró como una llamada internacional normal. Así fui engañado y perdí más de 10 000 CUP”, explicó.

El cubano hizo la denuncia a las autoridades correspondientes pero de eso ha pasado un mes..

“Hace más de un mes fui a la Policía y al banco con el número de teléfono y el número de la tarjeta donde transferí el dinero, que sí es de Cuba, y aún no he recibido ni respuesta ni mi dinero. Me explicaron en el banco que a veces estas estafas las hacen con tarjetas de personas fallecidas que es muy difícil saber quién es el responsable”, dijo a CubaNet.

Las aplicaciones más usadas para engañar a los cubanos

Para simular que escriben desde otros sitios, los delincuentes pueden valerse de varias aplicaciones, por ejemplo TextNow y Telos pueden ser usadas en Cuba sin muchas complicaciones.

TextNow, es un servicio telefónico a través del cual el usuario obtiene mensajes de texto y llamadas gratis con la Wi-Fi. La app está bloqueada en Cuba desde Google Play Store sin embargo se puede descargar desde la Isla en varias páginas alternativas ha confirmado CubaNet.

Telos, es una aplicación móvil para iPhone y Android que permite hacer llamadas telefónicas gratuitas ilimitadas, enviar mensajes de texto gratuitos, entre otras funciones como compartir fotos. Esta disponible en la tienda de Google aunque no es gratis.

El phishing es una técnica de ciberdelincuencia que utiliza el fraude, el engaño y el timo para manipular a las personas y que compartan información personal o accedan a trámites que no harían.

En Cuba, una persona puede ser sancionada de cuatro a seis años de prisión quien altere, modifique o manipule programas, bases de datos, redes o sistemas informáticos para su beneficio o de otro, según el artículo 222 del Código penal vigente.

Pero como han explicado desde el Banco Central de Cuba (BCC) la medida preventiva más eficaz es no compartir información personal como tarjetas magnéticas, contraseñas, nombres y apellidos de dueño de las cuentas, o carnet de identidad. Tampoco confiar en ofertas que parezcan demasiado provechosas o cuentos de hadas de relaciones a distancia surgidas de la “casualidad”.

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