A las redes sociales llega la denuncia de una familia cubana que hoy llora, la pérdida de un ser querido.

Eliades Peña Carballo, un cubano que decidió plantarse ante una injusta acusación, falleció en extrañas circunstancias en una cárcel en la localidad de Manatí en Las Tunas, tenía solo 48 años.

El pasado lunes 3 de mayo, luego de 7 días plantado sin comer, ni tomar agua en su celda, la esposa y la abogada tuvieron contacto personal con el detenido por la mañana, ellas estaban seguros que él iba a quedar absuelto por las incongruencias de la denuncia en su contra, debido a que el jefe de sector había falsificado las firmas de las declaraciones de los denunciantes hecho que propició que el juicio fuera retrasado para el martes.

 Lo extraño ocurrió después, al amanecer del martes llega la noticia que Eliades se ha quitado la vida ahorcándose según ellos. Lo sacan de ese lugar sin que la familia viera con sus propios ojos que era cierto que el detenido se hubiera quitado la vida, lo trasladan para la morgue de la provincia sin autorización de un familiar, lo abren como si fuera un animal, y lo entregan después del mediodía cuando llega su esposa. Después cuentan los oficiales, que la muerte fue por la noche más menos a las 12:00, comenta que fue con la pata del pantalón, después con la sábana de él, que había sido con una sábana de un oficial que se la había prestado, estas prendas no tenían ni arrugas, ni dobleces, luego por último dicen que fue que rompió el forro del colchón.

Además de las diferentes historias que no coinciden, cuando el cuerpo es entregado a su familia, que lo van a cambiar de ropa se dan cuenta que el cadáver tenía dos dedos de la mano hinchados y estaba golpeado, un golpe en el lado derecho de la barriga, y también se notó que en el cuello tenía morados que no eran de un solo objeto que lo apretó.

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