El tren No.13, que cubre la ruta entre La Habana y Guantánamo, fue blanco de otro acto vandálico, cuando una de sus ventanillas fue impactada por una piedra en el tramo entre los municipios de Mella y Baraguá, en Santiago de Cuba. Eduardo Rodríguez Dávila, Ministro del Transporte, informó en Facebook que el incidente causó pánico entre los pasajeros, pero que la situación fue controlada gracias a la intervención de las autoridades a bordo, incluidos agentes de la policía.

Beatriz Rueda Wilson, ferromoza que viajaba en el coche afectado, describió el ataque como “despreciable” y señaló que el miedo se apoderó de los viajeros, pero rápidamente recobraron la tranquilidad. Sin embargo, este no es el primer incidente de este tipo. Orgiel Pérez Milanés, director de la Agencia de la Empresa de Rutas Nacionales en La Habana, recordó un caso ocurrido con anterioridad cuando una niña fue herida por una piedra lanzada contra otro tren que se dirigía a Santiago de Cuba.

Aunque la pequeña recibió atención médica oportuna, Pérez destacó que más allá del costo de las reparaciones, estos actos afectan gravemente a la población, ya que inhabilitar un coche significa dejar a 72 personas sin la posibilidad de viajar, muchas de ellas con urgencias de salud o familiares.

El funcionario también mencionó que, para estos casos, existe un protocolo establecido: el conductor del tren debe informar de inmediato a la estación de ferrocarriles más cercana, mientras que los agentes de la policía que custodian el tren contactan a su puesto de mando. A partir de ese momento, se activa un operativo en el lugar donde ocurrió el incidente, al que acuden la policía y otros órganos encargados de llevar a cabo la investigación.

El Ministro del Transporte insistió en la necesidad de ser implacables antes ese tipo de situación: “Detrás de esa ventanilla regularmente viaja la inocencia: niños, ancianos, enfermos, enamorados, gente que ama a su familia y va o viene por un abrazo”. Muy cierto y hasta romántico pero estos mensajes "oficialistas" no aclaran el por qué de estos sucesos y es el aumento cada vez más creciente de la violencia y la criminalidad, aparejada con la crisis en la que vive todo el país. Y esos hechos ya se han hecho cotidianos: recientemente, el tren número 17, que cubre la ruta La Habana - Bayamo fue apedreado, provocando daños en el cristal de los asientos 1 y 2, del coche número dos y en mayo último, el tren nacional La Habana - Holguín fue objeto de un apedreamiento mientras pasaba en horas de la madrugada por la ciudad de Santa Clara, provocando daños en el cristal de un coche de pasajeros.

No solo los trenes son objeto de vandalismo. En abril, varios ómnibus en La Habana fueron apedreados mientras realizaban sus rutas habituales. 

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