La ternura volvió a adueñarse de las redes cuando Enrique Iglesias y Anna Kournikova compartieron por primera vez una imagen familiar con sus cuatro hijos. Una postal sencilla, íntima y llena de luz que la propia Anna acompañó con dos palabras que lo dicen todo: “My Sunshines”, junto a cuatro corazones que representan a sus pequeños. Y sí, basta ver la foto para entender que en esa casa el amor no se explica… se siente.

En la imagen aparecen los tres mayores muy atentos al bebé recién nacido, que descansa plácidamente en su hamaca sin sospechar el revuelo que ha causado su llegada. Lucy y Mary, vestidas con un tierno conjunto rosa, lo observan con cariño, mientras Nicholas —con un divertido pijama de Spiderman— aporta esa espontaneidad que solo los niños pueden dar. Una escena tan natural y dulce que parece congelar la magia de estas Navidades para la familia Iglesias-Kournikova.

El nacimiento del cuarto hijo llegó en un fin de semana inolvidable: los mellizos acababan de cumplir ocho años y, apenas un día después, el pequeño de la casa llegó al mundo para completar una etapa que la pareja ha vivido con absoluta discreción. Como es habitual en ellos, han preferido proteger cada detalle, pero han escogido el momento perfecto para mostrar esta primera foto que simboliza un nuevo capítulo en su historia.

Desde su hogar en Indian Creek, un refugio lejos del ruido mediático, Enrique y Anna han construido una vida serena, dedicada casi por completo a sus hijos. Allí celebran los cumpleaños, las primeras palabras, los sustos, los logros y también estos instantes que derriten a cualquiera. Las redes no son su escenario habitual, pero cuando comparten algo, lo hacen desde la emoción genuina, sin artificios.

Su historia de amor, que comenzó hace más de dos décadas durante el rodaje del videoclip Escape, sigue creciendo en silencio, consolidada por cuatro hijos: Nicholas, Lucy, Mary y este nuevo integrante que llegó para completar la alegría del hogar. La familia de Isabel Preysler también se expande con este nuevo nieto, que suma ternura a una saga que se reparte entre Miami, Madrid y otras partes del mundo.

La fotografía de los cuatro hermanos juntos —la primera de este tipo— ya se ha convertido en símbolo de unión y felicidad. No necesita filtros ni poses estudiadas: solo muestra lo esencial, ese brillo difícil de describir que tienen los momentos auténticos.

Porque sí, hay imágenes que hablan por sí solas…

Y esta, sin duda, es una de ellas.

Fuente: Hola

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