Comida para futuros médicos: entre la indignación y la resignación
Redacción de CubitaNOW ~ jueves 28 de agosto de 2025

En redes sociales se ha viralizado una publicación del perfil “Díaz Canel Sin Gao”, en la que se denuncia el estado de la comida servida a los estudiantes de medicina en la provincia de Cienfuegos, Cuba.
La imagen muestra un plato que, según muchos usuarios, no cumple con los estándares mínimos de nutrición ni dignidad. La indignación en los comentarios no se hizo esperar.
Víctor Reve se pregunta: “¿Qué estarán comiendo los presos?”, mientras otros como Enma Pérez califican la situación del país como un “estado fallido”, acusando al gobierno de mantener privilegios para unos pocos mientras el pueblo sufre carencias extremas. La imagen se ha convertido en símbolo de una realidad que muchos jóvenes enfrentan: estudiar una carrera universitaria en condiciones precarias, sin recursos ni incentivos.
Un comentario que destaca por su sinceridad es el de Dayron Ramírez, quien reflexiona sobre el sacrificio de su madre para poder estudiar medicina: “Lo único que no tuvo que pagar fue entrar al aula y escuchar al profesor”.
Asegura que es preferible pagar por una educación que, al menos, luego te permita vivir dignamente. Su crítica apunta a la falta de motivación en un sistema que, aunque gratuito en apariencia, está lleno de carencias estructurales y limitaciones materiales.
Algunos, como Yoe Quiño, defienden el sistema alegando que la educación es costosa en todo el mundo y que en Cuba aún se da acceso gratuito. Pero la mayoría de los comentarios reflejan frustración, hartazgo y una creciente pérdida de fe en el sistema.
No es la primera vez que se denuncia la calidad de vida de estudiantes y profesionales en Cuba. Casos similares han salido a la luz en otras provincias, donde incluso médicos en funciones deben llevar su propio jabón o alimentos a los hospitales.
La paradoja es evidente: un país que se enorgullece de su sistema de salud y educación, pero que no garantiza condiciones dignas para quienes lo sostienen.
Esta publicación reabre el debate sobre qué significa realmente el acceso gratuito a la educación en un contexto de crisis económica, falta de libertades y deterioro de los servicios públicos.