Colapso energético deja al país atrapado en una pesadilla sin fin: 1, 840 MW de déficit este lunes
Redacción de CubitaNOW ~ lunes 15 de septiembre de 2025

Cuba está sumida en una oscuridad que va mucho más allá de la falta de electricidad. El país entero vive entre apagones interminables, cortes de agua, hospitales sin energía y una economía paralizada.
Este domingo, la Unión Eléctrica confirmó que la generación disponible fue apenas de 1,590 MW frente a una demanda de 2,940 MW, generando una afectación de 1,373 MW. Y la situación se agrava: para el horario pico del lunes, se proyecta un déficit de 1,840 MW y más de 1,900 MW de afectación. Es decir, casi todo el país apagado.
La raíz del problema no es nueva ni ajena al régimen: años de abandono, falta de mantenimiento, repuestos inexistentes y una inversión que nunca llega. Las principales termoeléctricas están paralizadas por averías o mantenimientos postergados durante décadas. En Felton, dos unidades fuera de servicio; en Renté, dos bloques dañados. En Mariel, Santa Cruz y Cienfuegos, más parálisis. La generación distribuida tampoco funciona: más de 35 centrales están apagadas por falta de combustible y la contribución de los 30 parques solares no cubre ni el 20% de la demanda nacional.
Mientras tanto, el gobierno sigue construyendo hoteles que nadie visita, mientras los hogares se sumen en la penumbra y los pocos alimentos se pudren por falta de refrigeración. En La Habana, barrios enteros estuvieron más de 16 horas sin electricidad.
La avería en la subestación Naranjito dejó sin luz a miles de personas en Centro Habana, San Miguel del Padrón, 10 de Octubre y Arroyo Naranjo. La falta de electricidad también colapsó el suministro de agua en varias zonas de la ciudad. Los hospitales trabajan con plantas eléctricas obsoletas, si es que funcionan. Las incubadoras fallan, las cirugías se posponen y los medicamentos que requieren refrigeración se pierden.
En medio de esta crisis, el régimen insiste en culpar al embargo estadounidense, mientras ignora décadas de negligencia, corrupción y desvío de recursos. No hay una solución inmediata, ni siquiera un plan serio. Solo promesas vacías y propaganda de “resistencia creativa” mientras el pueblo sobrevive con velas, leña y desesperación.
Lo que sucede en septiembre de 2025 no es un episodio aislado, es la consecuencia directa de un modelo que se cae a pedazos. Cuba está al límite, atrapada en una espiral de oscuridad que va más allá de la falta de luz: es una crisis de dignidad, de derechos y de futuro. Y quienes deben dar soluciones solo ofrecen más silencio o lo que es peor... ¡palabras huecas!.